El Papa critica el muro de Israel en Belén

El Papa Benedicto XVI continúa su visita a Oriente medio en la ciudad de Belén, donde ha sido recibido por el presidente palestino Mahmud Abbas . Joseph Ratzinger ha visitado la Gruta de la Natividad, así como el hospital infantil y el campo de refugiados de Aida. El pontífice ofreció una multitudinaria misa para reirterar el respaldo de la Santa Sede al derecho de los palestinos a una “patria” propia, al tiempo que dijo compartir su “sufrimiento”.

Sobre el muro que separa las ciudades de Belén y Jerusalén, fruto del conflicto palestino-israelí, el Papa quiso declarar su deseo de que sea derribado, subrayando que aunque los muros puedan ser fácilmente construídos, no deben durar para siempre.

En su discurso y dirigiéndose de al presidente palestino, Benedicto XVI declaró el apoyo que la Santa Sede tiene hacia el derecho de su pueblo a la soberanía de una patria palestina en la tierra de sus antepasados, segura y en paz con sus vecinos, dentro de fronteras reconocidas internacionalmente. El Papa animó tanto al presidente como al pueblo Palestino a mantener la esperanza , pese a que el logro de este objetivo parezca lejano.

Sobre el conflicto palestino-israelí, el pontífice ha instado a los implicados a dejar de lado cualquier rencor que obstaculice el camino de la reconciliación. En palabras de Benedicto XVI, “sólo se puede lograr una coexistencia justa y pacífica entre los pueblos de Oriente Próximo con espíritu de cooperación y respeto mutuo mediante el cual los derechos y la dignidad de todos se reconozcan y respeten”.

Ratzinger también tuvo palabras para la situación en la franja de Gaza, e instó a que “con la ayuda de la comunidad internacional las tareas de reconstrucción procedan con rapidez en todos los lugares donde las casas, las escuelas o los hospitales hayan sido dañados o destruidos”.

En el campo de refugiados de Aida, el Papa habló en un pequeño escenario situado en el patio ante la negativa de Israel de permitir usar el anfiteatro de piedra construído por los palestinos en la puerta del colegio del campo. Benedicto XVI habló del sufrimiento de los refugiados y afirmó confiar en que puedan regresar a sus hogares tal y como demandan los dirigentes palestinos en sus negociaciones con Israel. No obstante, el discurso del pontífice no respaldó expresamente la demanda al derecho de retorno de los refugiados palestinos a Israel.

El Papa expresó su “solidaridad con todos los palestinos sin hogar que están deseando ser capaces de regresar a su lugar de nacimiento o vivir permanentemente en una patria propia”. Con estas palabras se ganó el mayor aplauso para sus discursos durante la visita.

Durante su visita al campo de refugiados, el Papa estuvo acompañado por Mahmud Abbas y por la directora general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Karen AbuZayd. La responsable de la agencia de la ONU agradeció a Benedicto XVI el “reconocer mediante su presencia la aspiración de los palestinos a una vida normal”. Asimismo, aceptó una donación del Pontífice de 70.000 euros que se empleará para añadir tres clases a la escuela del campo.