54 jóvenes de nacionalidad india acampan en un bosque ceutí

Las reivindicaciones cincuenta y cuatro jóvenes acampados en un bosque próximo a Ceuta consideran que la Delegación del Gobierno los ha mantenido en una situación indeterminada desde que llegaron a España y piden ser tratados como al grupo de treinta y cinco bengalíes que el pasado año fueron trasladados a Madrid después de protagonizar una protesta similar.

Hoy se cumple un mes desde que estas personas viven en un improvisado campamento en el bosque, ayudados en lo posible por algunas asociaciones como Elín, que revisa la jurisprudencia buscando un método para poner freno a la orden de expulsión que pesa sobre el grupo. Algunos llegaron a España hace ya más de dos años.

Los protagonistas de esta protesta comparten historias de pobreza familiar y afirman haber pagado entre 12.000 y 15.000 euros a las mafias que los hicieron llegar a Europa. Casi todos han llegado por avión a alguna capital africana para luego recorrer el desierto del Sahara de norte a sur.

Según la Convención de Ginebra, estos inmigrantes indios no pueden considerarse refugiados por que no huyen por causa de su religión, nacionalidad, raza, grupo social u opiniones políticas. Los propios afectados se consideran inmigrantes económicos, ya que vinieron bajo la expectativa de encontrar trabajo en España.