Panathinaikos, campeón de Europa

Europa Press

0

PANATHINAIKOS: Spanoulis (13), Nicholas (7), Perperoglou (6), Fotsis (13), Pekovic (6) -cinco inicial-, Jasikevicius (10), Batiste (6), Kecman (), Tsartsaris (2) y Diamantidis (10).

CSKA MOSCÚ: Holden (14), Langdon (13), Smodis (9), Khryapa (9), Lorbek (5) -cinco inicial-, Siskauskas (13), Zisis (-), Kaun (3), Planinic (5) y Morris (-).

PARCIALES: 21-16, 27-12, 8-18 y 17-25. ÁRBITROS: Brazauskas (Lit), Arteaga (Esp) y Bachar (Isr). Eliminado por faltas personales Tsartsaris y Fotsis del Panathinaikos, y a Khryapa del CSKA. PABELLÓN: O2 World Arena. 13.238 espectadores.

PANATHINAIKOS, 73 - CSKA MOSCÚ, 71

El Panathinaikos destronó al CSKA Moscú como campeón de la Euroliga, tras ganar (73-71) la final de la Final Four de baloncesto, disputada en el O2 World Arena de Berlín, y volvió repetir el triunfo de hace dos años en la final de Atenas'07 con un Sarunas Jasikevicius esplendoroso.

Ramunas Siskauskas tuvo el triple en sus manos para revalidar el título del pasado año en Madrid, pero acabó en el hierro y el CSKA se quedó a un paso de la hombrada, pues perdía por 20 puntos al descanso frente al Panathinaikos, que acumula ya cinco Euroligas en su palmarés. El conjunto de Zeljko Obradovic, el plusmarquista, siete títulos ya en su currículo personal, no permitió que el ya ex campeón se tomara la revancha de aquel partido, ni si quiera aunque el CSKA tuviera ahora en sus filas a Ramunas Siskauskas, el héroe de aquel título ofrecido a la diosa Atenea.

Jasikevicius es el rey Midas. El hijo pródigo que nunca tuvo que marcharse del Palau convierte en oro todo lo que toca. El lituano no sabe lo que es perder en una final de la Euroliga: ha jugado cuatro, una con el Barcelona (2003), dos con el Maccabi Tel Aviv (2004 y 2005) y ésta con el Panathinaikos, y las ha ganado todas.

El ex base blaugrana se llevó los dedos a la cabeza cuando sonó la bocina del descanso. Un pase de espaldas suyo a Nicholas se tradujo en un triple sobre el límite, el octavo en catorce intentos, una barbaridad, el 57 por ciento, en una final y dejaba derrotado a Ettore Messina, que veía cómo su equipo se iba despidiendo del trofeo, pues perdía por 20 puntos (48-28, min. 20).

El 4-10 inicial para el campeón ruso fue un espejismo. Spanoulis y Diamantidis, desde la línea de 6,25, y el gigante montenegrino Nikola Pekovic se bastaron por sí solos para poner en franquicia (19-14) al Panathinaikos hasta que apareció en escena 'Saras' al final del primer cuarto.

Empezó entonces Jasikevicius su clase magistral, con un triple, una asistencia, el pase por la espalda. Suyo fue el control del partido, por el que no se veía apenas a Langdon, el último MVP, ni a Siskauskas, el aspirante a serlo tras su exhibición ante el Barça, y sólo un poco al base de origen estadounidense JR Holden.

AL BORDE DEL MILAGRO

El CSKA se ahogó en la defensa griega en el segundo parcial, en el que no vio aro (27-12) y fue testigo del recital de triples de Saras, Diamantidis, Nicholas, Fotsis, que caían como un martillo en la cabeza de los rusos, impotentes ante una desventaja que cada vez era mayor: 31-19, 36-21, 42-25 y el 48-28.

Por si quedaba alguna duda, Jasikevicius anotó otro triple nada más regresar de los vestuarios (51-28, min. 21), que hacía casi un imposible la remontada de los de Messina. Pero Langdon, con 11 puntos en el tercer cuarto, tuvo un arranque de orgullo para dejar a los rusos a la mitad del camino (56-46, min. 30) del milagro.

Éste no llegó, pese a que Smodis rebajó la distancia hasta casi lo inexistente (70-66). Un triple de Siskauskas dejó al CSKA al borde de la orilla (70-69). Diamantidis anotó desde la personal (72-69), al igual que Siskauskas (72-71), Jasikevicius falló un tiro libre (73-71) y le dio opción a su amigo Ramunas.

Esta vez falló. Spanoulis, clave en los minutos finales, fue elegido MVP. Sucede a Langdon, como el Panathinaikos al CSKA. Y es que el equipo griego tiene al rey Midas Jasikevicius, que transforma en oro lo que toca.

Etiquetas
stats