El Barça se consuela con la tercera plaza

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El Regal FC Barcelona ganó (95-79) al Olympiacos en el partido por el tercer puesto de la 'Final Four' de la Euroliga de baloncesto, disputado en el O2 World Arena de Berlín, en el que el pívot australiano David Andersen, con 20 puntos, volvió a ser el mejor azulgrana como en la semifinal contra el CSKA.

El Barça logró, por vez primera en su historia, el 'bronce' en la fase final de la Euroliga, pues en las nueve ediciones anteriores fue una vez campeón (2003); cuatro, subcampeón (1990, 1991, 1996 y 1997); y otras cuatro, cuarto (1989, 1994, 2000 y 2006).

Fue partido del destierro. El que ninguno quiere jugar porque no hay ningún título en juego y que arrancó frío, sin las emociones de las dos intensas y ajustadas semifinales del viernes y sin rivalidad entre las aficiones del Barça y Olympiacos, hermanadas por el 2-6 del clásico del Bernabéu, pues también lo están las hinchadas del Panathinaikos y Real Madrid.

Como el viernes ante el CSKA, el equipo de Xavi Pascual salió más enganchado. La conexión Navarro-Santiago, 9 puntos el pívot puertorriqueño en el primer cuarto, funcionó y el Barça se puso pronto por encima de la barrera de los 10 puntos de ventaja (8-19) frente a un Olympiacos sin alma y sin Childress, enfundado en el chándal, pero no inscrito.

El Olympiacos se olvidó de anotar en el segundo cuarto, tardó casi 6 minutos en hacerlo, y el Regal le endosó un parcial de 11-0, primero, y 4-18, más tarde, para alcanzar la máxima renta de 21 puntos (23-44, min. 18), una cuesta demasiado empinada para el grupo de Giannakis en este tipo de encuentros.

Tan relajado estaba el encuentro que Pascual hizo debutar en la Final Four a Barrett y Jordi Trías y poco importaba que 'la Bomba' Navarro llevara un cero de cinco en lanzamientos desde la línea de 6,25.

Los griegos, impulsados por le pequeño base estadounidense Greer, uno de sus mejores elementos contra Panathinaikos, minimizaron un poco la pérdida antes del descanso (30-46).

El Olympiacos mejoró aún su versión en el inicio del tercer cuarto y, con un triple de Bourousis,

franquearon, por vez primera en mucho tiempo, el listón de 10 puntos de desventaja (42-51, min. 23), aunque ocho puntos de Jaka Lakovic y un contraataque de Sada apagaron (52-66, min. 28) la reacción helena.

De ahí hasta el final los cánticos de las aficiones del Panathinaikos y Olympiacos llenaron el O2 mientras que Barcelona y su rival intercambiaron canastas. El premio menor fue para los blaugrana,

que llegaron a la capital alemana con las alforjas llenas de ilusión y Siskauskas y el CSKA acabaron de un plumazo con ellas. Al menos le quedó el consuelo que hoy ganó por segunda vez el 'partido del domingo', aunque la otra vez, la del título de 2003, su júbilo fue inmensamente mayor.

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