Un año sin diagnóstico

Rioja2

0

Aunque en España se diagnostican cada año más de 20.000 nuevos casos y a pesar de que ésta es una de las enfermedades neurológicas crónicas más comunes, a día de hoy, existe un importante desconocimiento sobre esta patología, lo que reduce en gran medida las posibilidades de realizar un diagnóstico precoz e iniciar convenientemente un tratamiento que ayude a paliar los síntomas de la epilepsia. Este desconocimiento hace que, tal y como se desprende del estudio Epilive, realizado por la compañía biofarmacéutica UCB PHARMA, aproximadamente el 65% de los casos de primera crisis epiléptica sea atendido por los servicios de urgencias, lo que provoca que el tiempo medio transcurrido entre la primera crisis y el diagnóstico de la enfermedad ascienda a un año.

La presentación del estudio Epilive se ha celebrado de la mano del neurólogo especialista en epilepsia Antonio Gil-Nagel, del Hospital Rúber Internacional (Madrid), durante la jornada de formación sobre epilepsia. Con una muestra total de 315 personas, distribuida en tres grandes grupos (pacientes diagnosticados de epilepsia parcial, pacientes con epilepsia generalizada y pacientes con epilepsia indeterminada), el estudio Epilive es el primero que analiza la práctica clínica habitual y está centrado en la cuantificación del volumen de recursos sanitarios asociados al proceso de diagnóstico de la epilepsia.

Según esta investigación, el hecho de que trascurriera hasta más de un año entre la primera crisis y el diagnóstico está relacionado fundamentalmente con la asistencia demandada por el paciente, ya que el período hasta el diagnóstico se alarga significativamente en aquellos casos que acuden tras un primer episodio a los servicios de urgencia, al médico de familia, al cardiólogo y al endocrinólogo. Por el contrario, se ha observado que el acceso precoz a la consulta especializada en Neurología adelanta de manera significativa el momento del diagnóstico y acelera el inicio de la administración del tratamiento conveniente.

En esta línea, Epilive también destaca que una primera crisis de duración superior a 30 minutos, se asocia a un mayor número de visitas al psiquiatra y al médico general, en perjuicio del neurólogo, lo que incide negativamente también en el tiempo transcurrido hasta el diagnóstico, algo que puede derivar en importantes secuelas en el paciente, principalmente en niños.

En este sentido, tanto un retraso en el acceso al neurólogo como un primer diagnóstico erróneo, relacionado con una primera crisis de presentación atípica, son los principales factores que retrasan un abordaje terapéutico correcto. Y en definitiva, esto desencadena un mayor consumo de recursos sanitarios y una mayor probabilidad de refractariedad (falta de respuesta a las terapias tradicionales) en el curso de la epilepsia.

Etiquetas
stats