Los Rockets arrasan al Portland en el primer partido de la serie

Portland Trail Blazers, totalmente superados bajo los tableros y víctimas de su inexperiencia, cayeron fulminados en su debut en 'play-off' contra Houston Rockets (81-108), que conquistaron una de las canchas más difíciles de la NBA gracias al trabajo arrollador de Yao Ming y Luis Scola.

Los Blazers debutaron en las eliminatorias por el título con un partido desastroso y perdieron el factor cancha en su Rose Garden, donde en temporada regular habían sumado 34 victorias en 41 partidos. Solo Brandon Roy (21 puntos) se salvó de la quema, que también alcanzó a los españoles Rudy Fernández y Sergio Rodíguez, cinco puntos entres los dos.

La victoria de los Rockets, inapelable desde el primer minuto, se basó en el trabajo bajo los aros con su dupla chino-argentina a pleno rendimiento. Yao Ming martirizó en el primer tiempo con 24 puntos en una serie impecable (9/9 en tiros de campo) y ya no necesitó aparecer en el segundo. Scola (19 puntos y 8 rebotes) mantuvo la tiranía visitante en la zona: 44 rebotes por 30 de Portland.

Con 18 puntos de ventaja en el ecuador del choque, Houston tenía cerca el primer punto de eliminatoria. Por si acaso, Brooks, particularmente inspirado desde el perímetro con 27 puntos y cinco triples, estiró la ventaja hasta los 31 puntos en el tercer cuarto, dejando estéril cualquier intento local.

Los jóvenes Blazers no se rindieron arropados por su fiel público, pero una pésima serie desde la línea de tres, un acierto en once intentos, apartó la esperanza de la remontada. La dimisión de Portland fue total, ya que perdió en todos los apartados del juego: porcentajes de tiro en los tres apartados, rebotes, asistencias, tapones...

Los Rockets, que no superan una ronda de 'play-off' desde 1997, buscarán dar la puntilla en el Rose Garden la madrugada del próximo martes. Su entrenador Rick Adelman, entrenador de los Blazer durante seis años (1988-1994), podría convertirse en letal verdugo de su ex equipo, que deberá recuperarse psicológicamente para no darse por vencido antes de tiempo.