El cuerpo hallado en el Ebro no presenta signos de violencia

El avanzado estado de descomposición del cuerpo encontrado en el Ebro impide una identificación por huellas dactilares. De momento puede avanzarse que el cadáver no muestra signos externos de muerte violenta, si bien hasta que no se conozcan los resultados completos de la autopsia no podrán establecerse con total seguridad las causas de la muerte.

El cuerpo fue localizado en el río Ebro, concretametne en el paraje Soto de los Americanos, en Recajo (La Rioja), atrapado en unos arbustos, en una pequeña isleta parcialmente cubierta, al parecer debido a las oscilaciones en el nivel del agua del cauce.

Los primeros indicios indican que se trata de un varón de mediana edad y que podría llevar más de quince días fallecido, de complexión fuerte, de 1,85 de altura, pelo canoso, con bigote. Vestía una cazadora de cuero marrón de la talla “G”, con etiqueta de “Hermanos Cabezón” de Belorado (Burgos), pantalón vaquero azul, chaleco de lana, camisa a rayas y ropa interior, y estaba descalzo. En su muñeca izquierda llevaba un reloj de pulsera, marca Festina, con esfera blanca con tres minuteros negros en la esfera, con pulser,a de cuero negro.

En los bolsillos de la cazadora de cuero, el hombre llevaba unas gafas graduadas, con montura de varilla azul, marca “Safilo Library 1426” en el interior de un estuche rigido, así como un llavero con una estrella de 5 puntas plateada y una placa conmemorativa del Centenario del Club Atletic de Bilbao (1898/1998), con su anagrama, y 4 llaves, 2 de ellas de seguridad de las marcas “Juw-I-Ucem” y “Talleres Montiel- Cerrajería Casado”.