Drogas y sexo al límite

Agencias

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Alejo Sauras, Hugo Silva, Mario Casas, Ana de Armas y Ana Polvorosa, son algunos de los jóvenes actores de la televisión protagonizan Mentiras y gordas, una historia con drogas y sexo “al límite”.

La última película del tándem formado por Alfonso Albacete y David Menkes (Entre vivir y soñar, I Love You Baby) está producida por Gerardo Herrero y firman su guión los directores y Ángeles González-Sinde. La cinta, rodada en Alicante y los estudios de Ciudad de la Luz, se estrena el próximo viernes y en ella podemos ver a “una camada de actores jóvenes, que hacen televisión, y son unos profesionales del cine de verdad”, afirmó Albacete

Marieta Orozco, Hugo Silva, Alejo Sauras, Duna Jové, Esmeralda Moya, Miriam Giovanelli, Clara Pradas, Maxi Iglesias, Asier Etxeandia, Mario Casas, Ana de Armas, Yon González y Ana Polvorosa son los protagonistas de Mentiras y gordas donde se meten de lleno en papeles de jóvenes al límite.

La cinta mezcla secretos, mentiras, sexo, confusión, noche, camellos, drogas y fiesta. Ninguno de ellos es consciente de que en ese viaje iniciático, una vez comenzado, no se puede echar marcha atrás, que las mentiras se van haciendo cada vez más grandes y que amar significa hacer daño.

Las historias de Paz, una chica que cree que el haber cogido unos kilitos es la causa por la que su chico, Carlos, se ha ido con otra, y el motivo por el que ha perdido su trabajo; y de su amiga Carola, enamorada en secreto de Carlos, un músico fracasado enganchado a todo tipo de drogas y alcohol; se mezclan con las vidas de Nico, que siempre arrastra a todas sus aventuras a su fiel amigo Toni, gay que oculta su amor por Nico, o Marina, que tras una relación sexual con Leo duda sobre si será lesbiana.

“UN FUTURO INCIERTO”

Albacete y Menkes no pretendían hacer una película generacional, más bien “hablar de individuos que aún están en plena transición, en medio de un viaje a ninguna parte, con sus confusiones, sus problemas, sus sentimientos y su futuro incierto”. “Muestra cómo unos jóvenes viven al límite, cómo asume cada uno su sexualidad y cómo todos se mienten”, dijo Albacete.

Además de desnudar emocionalmente a los personajes de Mentiras y gordas, los directores han desnudado literalmente a los actores, con escenas cargadas de tono. “Hay mucha gente joven que consume drogas y alcohol y que mantiene relaciones sexuales de riesgo. La película puede hacer reflexionar sobre las consecuencias del abuso de las drogas y los contagios sexuales”, dijo, por su parte, Yon González.

Pero Mentiras y gordas va más allá de escenas de sexo y droga, como apuntaron los miembros del equipo de la película. Para Ana Polvorosa, la pelirroja de Aída, la cinta habla de sexo y droga, pero también habla de sentimientos.

UN FINAL OPERÍSTICO

“La cinta plantea qué pasa si tú, para sobrevivir, tienes que crear una mentira y creértela”, matizó Hugo Silva, señalando que no todos los jóvenes son como los que salen retratados en Mentiras y gordas, si bien “tampoco” los jóvenes se van todos los fines de semana a la montaña a hacer senderismo.

Las últimas escenas de la película tienen un tono “más operístico”, como detallaron los directores, y a modo de “última cena”, muestran al narco que proporciona droga a la camello, en una fiesta en la que se muestra “que está por encima de los jóvenes” que consumen su mercancía. “Es el que maneja los hilos, tiene algo de operístico”, afirmaron.

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