El héroe del Ebro

Francisco Virón, un policía local de 37 años casado y con dos hijos, no se lo pensó dos veces cuando vió que una mujer pedía auxilio desde la isla central del río Ebro y se lanzó al agua para rescatarla. Eran casi las doce de la noche del domingo y una llamada a la sede de la Policía Local de Rúa Vieja puso en alerta a los agentes: una mujer se había precipitado al Ebro desde el puente de piedra de Logroño.

Francisco acudió al lugar por su propio pie mientras sus compañeros lo hacían en coche. Al llegar allí vió a la mujer bracear cada vez con menos fuerza en mitad del río. Un compañero de Francisco acudió a por los chalecos salvavidas y los flotadores. Con ayuda de otro policía local, el joven héroe se fue desvistiendo y abrochándose el chaleco.

“Lo primero que hice fue comprobar si el agua estaba demasiado fría o si había mucha corriente. Si llega a ser así y me lanzo, los bomberos tendrían que haber rescatado a dos personas” reconoce el policía, “pero el agua no estaba fría y aunque había caudal, la corriente no era demasiado fuerte”.

Así que Franciso se lanzó y nadó hacia la mujer que pedía auxilio. No perdió de vista ni un solo momento a la víctima, tal y como aprendió en un curso de formación de socorrismo acuático al que había asistido hacía 15 años en Pamplona. Es el único policía local de Rúa Vieja que tenía conocimiento en este tipo de accidentes. Por ello actuó tal y como recordaba. Una vez cerca de la mujer le advirtió que no se acercara a él ya que en estos casos las víctimas están muy nerviosas y tienen a hundir a sus salvadores. Franciso le lanzó un flotador pero aún así la mujer se acercó a él mientras le decía: “¡Quiero vivir, quiero vivir!”. Una vez que se colocó el flotador, ambos nadaron más tranquilos a la orilla. “Yo le decía que me tenía que ayudar a nadar, para mantenerla ocupada y ella me pedía que no la dejara. Yo le contestaba que cómo la iba a dejar después de haber llegado hasta allí”.

El rescato duró unos dos minutos y medio. Mientras en el río, una pareja de policías locales trataban de sujetar al compañero de la mujer que quería lanzarse al río a por ella. Ambos habían consumido alcohol por lo que el hombre confundió a la mujer con un tronco que flotaba en la cascada del río.

“Yo no me di cuenta de si la mujer estaba ebria, pero mis compañeros me advertieron que llevaba una buena castaña” recuerda el policía que no ha querido quitar méritos a sus compañeros, “el rescate fue rápido gracias a todos los compañeros, ya que mientras uno de ellos fue directamente a por los chalecos y los flotadores, el otro vigilaba el lugar donde estaba la víctima”. Franciso también ha señalado que hace poco un compañero suyo intervino en el incendio de una casa para salvar a sus inquilinos.

“No sentí miedo” ha respondido a la pregunta de un periodista, “la situación de tensión y de nervios te quita el miedo. Si hubiera sido de día y hubiera visto el aspecto del río me hubiera dado más respeto”.

Este policía de Logroño que lleva 15 años de profesión asegura que no está acostumbrado a tanta atención mediática y que todo esto “me está poniendo un poco nervioso”. Por ahora sólo saben de su azaña sus compañeros del Cuerpo de Policía Local de Logroño, su familia y el Alcalde Tomás Santos con el que se ha entrevistado esta mañana. Pero a partir de esta entrevista el héroe del Ebro ya tiene cara con nombre y apellidos.