UGT considera prioritario que los trabajadores puedan mantener un poder adquisitivo neto

Los precios bajaron en La Rioja el pasado mes de febrero un 0,1% con respecto a enero, dato que sitúa la tasa interanual del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el 0,6%, según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el conjunto del país, el IPC no experimentó variación en febrero respecto al mes anterior, pero la tasa interanual cayó una décima, hasta el 0,7%, su nivel más bajo en los últimos 40 años. Con respecto este dato, los precios en La Rioja se sitúan una décima por debajo de la media nacional.

En cuanto al IPC acumulado en lo que va de año, éste registra en La Rioja un descenso de precios de 1,9%, más favorable que la media del Estado, cuya reducción es de 1,2%.

Para UGT de La Rioja todos estos datos reflejan la situación económica que atravesamos. Por sectores, prácticamente todos han experimentado un descenso. No obstante, hay algunos, como es el caso de Servicios, que todavía mantienen unas tasas altas. Por ejemplo, el grupo de Bebidas Alcohólicas y tabaco ha experimentado un crecimiento del 4,3% desde febrero del año pasado, un 4,7% la Vivienda la Enseñanza un 5,3% y los Hoteles, cafés y restaurantes han subido un 2,5%.

UGT de La Rioja considera una buena noticia que los precios bajen, aunque la fortaleza que demuestran los sectores mencionados “no es nada deseable” y debería producirse un descenso. A la organización le preocupa especialmente que grupos como el de Medicina haya experimentado en La Rioja un incremento en la tasa interanual del 0,9%. Estas variaciones no hacen sino acrecentar la desconfianza en el comportamiento del consumo.

En relación a la repercusión sobre los trabajadores, UGT de La Rioja quiere insistir en que el poder adquisitivo debe reforzarse mediante la Negociación Colectiva de los Convenios, con incrementos salariales en un entorno del 2%. Es fundamental garantizar y consolidar, por vía salario, el poder adquisitivo de los trabajadores, en caso contrario, se produciría un descenso el consumo y, en consecuencia, ante la menor demanda, un descenso en la producción.

Para la UGT, el valor del trabajo no puede estar sujeto a incrementos puntuales del IPC, en situaciones como la que se está viviendo, muy desfavorable para muchas familias; y propone que los trabajadores mantengan un poder adquisitivo neto.