Cada año se diagnostican en España 600 nuevos casos de leucemia mieloide crónica

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Otras menos habituales son la trombocitemia esencial, la policitemia vera o la mielofibrosis idiopática. El mayor conocimiento de la leucemia mieloide crónica y la introducción de los nuevos medicamentos inhibidores de la tirosina quinasa está permitiendo, según los expertos, adecuar cada vez más el tratamiento a la enfermedad.

“Los resultados a largo plazo del tratamiento de la leucemia mieloide crónica con imatinib (Glivec®), que es el tratamiento de primera línea, indican una muy elevada tasa de respuestas, una excelente supervivencia libre de eventos y la escasa toxicidad del fármaco. A pesar de ello, algunos pacientes son intolerantes o resistentes a Glivec®. Estos pacientes pueden ser actualmente rescatados con los llamados inhibidores de segunda generación”, explica Anna Sureda, hematóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y coordinadora de la jornada sobre Síndromes Mieloproliferativos Crónicos que se celebra anualmente con el apoyo de Novartis.

Recientemente se ha aprobado en España la comercialización de Tasigna®, un inhibidor de tirosina quinasa de segunda generación indicado para pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica que presentan resistencia o intolerancia a Glivec®. El nuevo fármaco es más potente y actúa de manera eficaz en estos pacientes con leucemia mieloide crónica, manteniendo un buen perfil de seguridad y tolerancia.

Así, la leucemia mieloide crónica ha dejado de ser la patología “estrella” en la que el trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos se consideraba el tratamiento de primera línea. “En Europa, hasta el año 2000, el número de trasplantes alogénicos por esta patología reportados por todos los países europeos al Grupo Europeo de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (EBMT) estaba alrededor de 1.500-2000, y desde la introducción de imatinib como tratamiento de primera línea en 2000 el número de trasplantes no supera los 200-300”, añade Sureda.

Los síndromes mieloproliferativos crónicos son enfermedades hematológicas en las que existe una hiperproducción de células maduras pertenecientes a las tres estirpes celulares: leucocitos o glóbulos blancos, eritrocitos o glóbulos rojos y plaquetas. Según explica la doctora Sureda, estas enfermedades “se derivan de una alteración a nivel de un progenitor hematopoyético pluripotencial. Son enfermedades que afectan a las 3 líneas celulares hematopoyéticas; lo que sucede es que en cada uno de los diferentes diagnósticos predomina la hiperplasia de una línea celular determinada frente a otra”.

OTROS SÍNDROMES

Además de la leucemia mieloide crónica, durante la jornada se abordaron también otros síndromes mieloproliferativos crónicos como la trombocitemia esencial, la policitemia vera y la mielofibrosis idiopática. Respecto a estas enfermedades, la doctora Sureda indica que “a pesar de que vayan por detrás de la leucemia mieloide crónica en conocimiento en fisiopatología y tratamientos específicos, se están haciendo muchos avances en el conocimiento de su biología molecular y en el de sus posibilidades de nuevas opciones terapéuticas”.

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