Los otros síntomas del parkinson

Rioja2

0

La EP es una enfermedad neurodegenerativa común entre las personas mayores de 65 años, y tiene asociados, además de problemas motores (temblor, rigidez, etc.), los llamados trastornos no motores.

“Cada vez se le da más importancia a los síntomas no-motores, pues son muy frecuentes en la EP y además, son los que más alteran la calidad de vida de los pacientes, pues no son fácilmente solucionables con los tratamientos de los que disponemos en la actualidad. Entre estos, se encuentran los síntomas depresivos, la demencia, problemas genito-urinarios, problemas relacionados con la estabilidad o la postura, problemas de carácter olfativo, mareos, estreñimiento, trastornos en el sueño, etc.”, afirma el neurólogo Gurutz Linazasoro, del Centro de Investigación en Parkinson, Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián.

“Estos síntomas suelen aparecer a lo largo de la evolución de la enfermedad, si bien es frecuente que, alguno de ellos, se manifieste antes que los síntomas motores. La importancia de este hecho reside en que estos otros síntomas pueden definirse como biomarcadores que permitan diagnosticar la EP en fases muy tempranas”, continúa el experto.

FUTURO

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es clínico, es decir, no se realiza a través de una prueba en concreto, el diagnóstico es por tanto, sólo de probabilidad. Según Juan Carlos Martínez Castrillo, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, “el principal objetivo es disminuir la incertidumbre respecto al diagnóstico de los pacientes. Los avances técnicos nos permiten diagnosticar con mayor precocidad la enfermedad de Parkinson. El descubrimiento de marcadores con los que poder detectarla en estadios más tempranos, es uno de nuestros objetivos fundamentales”.

Por lo que respecta al tratamiento farmacológico, en palabras de Rosario Luquín, de la Clínica Universitaria de Navarra, “el gran reto al que nos enfrentamos en lo que se refiere al tratamiento farmacológico, es el de encontrar una terapia que mejore los síntomas que no dependen del déficit dopaminérgico, como es el caso de los trastornos cognitivos o de la demencia que presentan un número importante de los pacientes con enfermedad de Parkinson. Del mismo modo, sería interesante encontrar fármacos que reduzcan síntomas incapacitantes como los depresivos, o los derivados de la terapia farmacologica, como las discinesias o los síntomas psiquiátricos, como las alucinaciones”.

La enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno neurológico crónico más común en los adultos ancianos. Su prevalencia mundial se estima en cerca de un 1%-2% de las personas mayores de 65 años. Tradicionalmente, la EP ha estado asociada a trastornos motores (temblor, rigidez, movimiento lento, pérdida de equilibrio, marcha festinante, pérdida de expresión facial, etc.), pero los síntomas de otra naturaleza, como depresión, dolor, alteración cognitiva y trastornos del sueño, pueden ser significativos. Aunque pueden variar notablemente de un paciente a otro, los síntomas siempre empeoran con el tiempo.

Etiquetas
stats