Al paro por enfermedad renal

Rioja2

0

¿Quién contrata ahora a un enfermo renal? ¿Cuantos empresarios están dispuestos a mantener en sus puestos a personas cuya enfermedad les obliga a un mayor absentismo laboral? La Federación Nacional ALCER ,que representa a 45.000 enfermos renales españoles, manifiesta la gran preocupación que existe ante la posibilidad de que los enfermos renales salgan especialmente mal parados de la crisis actual.

Una información completa y a tiempo sobre las diferentes opciones de diálisis que tienen estas personas, se convierte ahora más que nunca en fundamental. El paciente tiene que poder elegir la forma de tratamiento que mejor se adapta a su forma de vida. Informar mal o pasar por alto alguna de las posibilidades de tratamiento, puede llevar al paro a estos enfermos y tener consecuencias laborales nefastas de por vida.

Igualmente, por lo cambiante de la situación actual, una vez elegida la técnica de diálisis que se cree más conveniente, cuando las circunstancias que rodean a la persona así lo aconsejen, debe permitirse cambiar la opción elegida. Sobre este aspecto desde ALCER se quiere hacer especial hincapié, pues es algo que en algunos casos no está cumpliendo, sin valorar las consecuencias personales que puede tener.

Ángel Manuel Fernández Rosales es un ingeniero de sistemas cuyo trabajo en una empresa privada requiere que haga cada cierto tiempo turnos especiales de tarde-noche y fines de semana durante un mes. ¿Cómo compatibilizar esto con su tratamiento? Si Ángel tuviera que acudir a un centro de diálisis tres veces por semana durante cuatro horas en días fijos no podría trabajar.

Su solución radica en que limpia su sangre de sustancias tóxicas en su propia casa, por la mañana o por la tarde según le permita su trabajo, gracias a la llamada hemodiálisis domiciliaria. Además de que su empresa desde el principio le dio todo tipo de facilidades, Ángel lo tuvo muy claro cuando hablando con su doctora sobre la mejor opción de diálisis para su caso, Ángel comentó: “No pienso cambiar mi vida y quiero seguir trabajando 100%. La diálisis se tiene que adaptar a mi ritmo de vida, yo no voy a cambiar mi ritmo de vida por la diálisis.”

Todas las personas con insuficiencia renal crónica viven bajo la esperanza del trasplante. Para muchos decir trasplante es decir volver a recuperar la calidad de vida. Pero no hay calidad de vida sin vida laboral. Por eso es fundamental siempre que se pueda no abandonar la vida laboral y elegir formas de diálisis en casa que permitan seguir trabajando. Abandonar la profesión durante años es un agujero demasiado hondo en un currículum para volver a ser contratado. Incluso, cuando el motivo sea tan humano como haber tenido que dializarse para, simplemente, poder seguir viviendo.

Etiquetas
stats