El Hospital San Pedro tratará a los enfermos cardiovasculares con un nuevo método investigado por el CIBIR

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El Hospital San Pedro comenzará a tratar, en seis meses, a enfermos cerebrovasculares con un “nuevo método” basado en una investigación pilotada por el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR).

El consejero de Salud, Jose Ignacio Nieto, presentó hoy, en rueda de prensa, la investigación, en la que también participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acompañado de su artífice, el doctor Alfredo Martínez.

Ésta, de demostrarse su eficacia en humanos, lograría reducir los efectos del ictus (enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro y que también se conoce como Accidente Cerebro Vascular (ACV), embolia o trombosis).

Martínez explicó cómo su investigación nace de algo que “cualquier persona que haya tenido un niño en brazos conoce” y es que, al mecerlos, éstos se tranquilizan.

En 2007, este doctor pudo comprobar cómo, en el Hospital 'Múnt Sinai', de Miami Beach (Florida) habían encontrado una explicación biológica a este hecho investigando con cerdos. Los investigadores habían comprobado que, al mecerlos, se reducía la presión arterial y el cuerpo generaba sustancias beneficiosas.

Martínez, incorporado al CIBIR el octubre del año pasado, comenzó a investigar en ratas partiendo de estos conocimientos. Ahora, en seis meses, la investigación pasará a humanos, con pacientes del San Pedro y, en dos años, se espera tener resultados.

Nieto detalló que, para que el método resulte efectivo, tiene que tratarse al paciente en las horas siguientes al infarto cerebral. Añadió que, para hacerlo, La Rioja adquirirá unas camas que serán cedidas gratuitamente para la investigación por una empresa norteamericana.

En cuanto a la investigación desarrollada, hasta ahora, en el CIBIR por el equipo del doctor Martínez, comenzó provocando un infarto cerebral controlado en el núcleo estriado de un grupo de ratas.

La mitad de los animales permanecieron quietos después de sufrir el infarto, mientras que los demás animales fueron agitados en una plataforma especial durante tres horas.

Al cabo de siete días se midió el daño cerebral causado por el infarto, utilizando un aparato de resonancia magnética nuclear. Las ratas sometidas a aceleración periódica (movimiento de vaivén) tenían una lesión mucho más pequeña que los animales que permanecieron sin moverse durante ese tiempo inmediatamente posterior al infarto.

Se midieron, también, una serie de marcadores bioquímicos que miden el daño cerebral. En todos los casos, se observó una “drástica” reducción del daño en los animales agitados cuando se comparaban con los no agitados, por lo que se dedujo que esta intervención puede tener una aplicación clínica directa.

El estudio se llevará a cabo en el Hospital San Pedro, gracias a la colaboración del equipo de Neurología del hospital dentro de seis meses, dado que se está elaborando el protocolo, que debe ser aprobado previamente por el Comité Ético de Investigación Clínica de La Rioja (CEICLAR) y la Agencia Española del Medicamento.

Nieto destacó como ventajas que es un método no invasivo que, por lo tanto, no supone un peligro inmediato para el paciente; y se puede aplicar en combinación con medicamentos y terapias que se utilizan actualmente sin que se espere ninguna interacción peligrosa.

También, que es un método muy barato que, teniendo en cuenta que aproximadamente dos terceras partes de las muertes por infarto cerebral suceden en países en vía de desarrollo, puede suponer una ayuda muy importante para estos países.

TRAYECTORIA PROFESIONAL

Alfredo Martínez (Logroño, 1962), se incorporó al CIBIR el pasado 1 de octubre para desarrollar un proyecto de investigación en oncología de alta incidencia poblacional denominado 'Angiogénesis y nuevas terapias contra el cáncer'.

El grupo de estudio del Doctor Martínez que trabaja la angiogénesis ha desarrollado dos líneas de estudio diferentes. Por un lado, la angiogénesis y nuevas terapias contra el cáncer, con la finalidad de frenar la angiogénesis para retardar el crecimiento del tumor.

La otra línea de investigación estudia el aumento de la angiogénesis para conseguir que crezcan los vasos que llevan oxígeno y nutrientes al cerebro. Esta última investigación ha tenido como resultado la obtención de una terapia destinada al tratamiento de los infartos cerebrales, basándose también en el estudio de la angiogénesis.

Antes de su incorporación al CIBIR, el Doctor Alfredo Martínez estuvo trabajando durante cuatro años al frente de un laboratorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, lugar donde inició, en enero de 2008, la presente investigación para conseguir una nueva terapia para tratar el ictus y los infartos cerebrales.

Anteriormente, Alfredo Martínez desarrolló su actividad durante once años en el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Recientemente, el investigador Alfredo Martínez ha recibido el reconocimiento del Ministerio de Ciencia e Innovación de Trayectoria Investigadora Destacada.

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