Tokio bajo las cenizas
Una erupción volcánica desencadenada este lunes asombra al país con una columna de humo de 2 kilómetros de alto. La montaña Asama escupe piedras ardientes y ha cubierto casi completamente algunas zonas de la ciudad.
No se han registrado daños personales en las inmediaciones del volcán, según fuentes oficiales, ya que no hay zonas habitadas en 4 kilómetros a la redonda. No obstante, trabajadores del área recibieron el domingo la orden de evacuación, según la Agencia Nacional de Meteorología.
La televisión pública ha ofrecido imágenes de la gigantesca columna de humo que se eleva al cielo desde el cráter, que se encuentra a 2.568 metros de altura.
No hay evidencias de erupción de lava ni se ha visto afectada la visibilidad en la zona de la capital, aunque sí se han grabado imágenes de ciudadanos retirando una gruesa capa de ceniza de sus vehículos y a agricultores preocupados por el efecto que esta tendrá en sus cultivos.
La alarma se desató el domingo al registrar la agencia elevados niveles de actividad sísmica. Desde entonces hay restricciones al tráfico rodado. Se mantiene la advertencia de que no es seguro acercarse al volcán, y en las poblaciones más próximas hay que extremar las precauciones por la posible caída de piedras y la lluvia de ceniza.
El Monte Asama es uno de los volcanes japoneses más activos. Su última erupción hasta el momento fue la del 1 de septiembre de 2004, que alcanzó a poblaciones a 200 kilómetros del volcán. En 1783 se produjo una enorme erupción que causó enormes daños y provocó la muerte de unas 1.500 personas.
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