El frío afecta al campo riojano

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@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } La siembra del cereal comienza en octubre y termina en marzo. “Desde el 27 de octubre no se ha podido trabajar. Entre la lluvia y la nieve, la siembra de cereal se está haciendo de muy mala manera y eso nos va a repercutir muy negativamente”, señala Sergio Zárate, cerealista de Foncea.

Este agricultor de La Rioja Alta explica los problemas a la hora de sembrar el cereal: “No hay manera de romper los terrones de tierra y como el suelo está muy blando, se siembra muy mal”. Si la siembra no se puede realizar en las condiciones óptimas, obviamente, repercute en la cosecha. Por lo tanto, la producción este año será más baja de lo normal.

A su vez, esto también influye en el precio, ya que el mercado dicta sus propias normas. “Por ejemplo, el año pasado el trigo panificable se pagaba a 36 o 40 pesetas. Este año ni siquiera tiene precio. Nos dicen que lo llevemos y que ya verán como nos lo pagan”, apunta Sergio.

Este cerealista asegura que hasta que no se comience a cosechar, no se podrán cuantificar las pérdidas, pero que para intentar equilibrar la balanza económica se sembrará girasol en mayo o junio donde no ha salido el trigo o la cebada.

Otro cultivo afectado por el frío de este invierno es la coliflor, ya que algunas variedades se han retrasado por las heladas. También están teniendo problemas los agricultores que han adelantado la cosecha de alcachofa. “Vamos a tener menos producción de alcachofa por las heladas. Los agricultores que han adelantado la cosecha apenas ha recogido cuatro docenas. Habrá que esperar a que vuelva a salir cuando pase el frío”, asevera David Lorente, un horticultor de Calahorra.

La alcachofa es un cultivo que dura varios años. Salen los tallos y se producen en primavera. Algunos agricultores adelantan la cosecha y la recogen ahora, pero las heladas se lo han impedido. Lo que hacen es limpiar la tierra y esperar a que salgan nuevos brotes.

David afirma que el cultivo de la lechuga está un poco parado, pero que, por ejemplo, los de invernadero no están teniendo grandes problemas, puesto que están protegidos y resguardados. La meteorología no les afecta.

EL FRÍO TAMBIÉN ES POSITIVO

Como todo el mundo sabe es mentira aquello que nos contaron de que unos (los vaqueros) eran los buenos y los otros (los indios) eran los malos. Todo tiene su cara y su cruz y el frío, la nieve y las heladas también tienen sus beneficios para el campo.

Inviernos fuertes como el que estamos viviendo purifican los campos y, por lo tanto, el frío hace que haya menos plagas en primavera. Además, el hielo acaba ahuecando la tierra y esto propicia que se encuentre en mejores condiciones para labrarla en la estación de las flores.

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