Todos culpables

El 70 por ciento de los participantes en un experimento sobre conducta cumple la orden de torturar a otras personas mediante descargas eléctricas (simuladas, aunque ellos no lo sabían).

El autor del trabajo, Jerry Burger, de la Universidad de Santa Clara (California, Estados Unidos), ha declarado que este hallazgo es “una confirmación de que en ciertas situaciones, los seres humanos actuamos de manera sorprendente y preocupante”.

Su equipo de investigación estaba repitiendo un trabajo que la Universidad de Yale llevó a cabo en 1961. En aquella ocasión, los voluntarios tenían que administrar descargas eléctricas a otras personas cuando respondían de forma errónea a ciertas preguntas. Aunque los 'torturados' eran actores y las descargas falsas, no se repitió el experimento dados su efectos psicológicos en las personas que creían estar haciendo daño a otros.

Burger modificó el experimento y detuvo a las personas que iban a administrar las descargas, aunque se registraron las ocasiones en las que estuvieron dispuestos a hacerlo.

La muestra de participantes se diseñó para que fuera representativa de la población estadounidense, y no se observaron grupos más reacios que otros a aplicar el 'castigo'.