Cheney, erre que erre

0

Además, el vicepresidente defendió las técnicas utilizadas para evitar posibles atentados en Estados Unidos, resaltando que en más de siete años el país no ha sufrido ningún ataque. “No creo que nadie que viese la situación la mañana después del 11-S hubiera apostado a que seríamos capaces de llegar hasta aquí sin otro atentado”, declaró.

En el mismo sentido, afirmó que el presidente estadounidense, George W. Bush, tomó decisiones “muy difíciles” y reiteró que han sido capaces de mantener el país “seguro”. Asimismo, negó que la tortura y el espionaje ilegal sean las bases de la política nacional y remarcó que todas las medidas adoptadas respecto a las escuchas telefónicas son absolutamente “legales” y “constitucionales”.

También aseguró que no se ha practicado la tortura de forma sistemática en la lucha antiterrorista y que no se han traspasado las líneas “que no deben cruzarse” en ese tema. Durante la conversación, expresó su absoluto apoyo a la controvertida técnica del 'waterboarding', que ha suscitado numerosas criticas y denuncias tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

Para ejemplificar los éxitos de sus programas, Cheney se refirió a Jalid Sheij Mohamed, presunto 'número 3' de Al Qaeda, que dio mucha información acerca de la organización e incluso llegó a ser casi la única fuente para Estados Unidos durante un tiempo. Además, expresó su apoyo absoluto a las técnicas utilizadas en los interrogatorios que se llevaron a cabo para conseguir esa información.

En cuanto al presidente electo, Barack Obama, el vicepresidente aseguró que si hubiese estado en la Casa Blanca en ese momento, también habría autorizado esas técnicas, a pesar de sus recientes críticas. Sugirió asimismo a Obama que no desaproveche las herramientas de Inteligencia creadas durante estos años.

GUANTÁNAMO

Por otro lado, Cheney explicó que es muy difícil cerrar la prisión militar de Guantánamo, donde se encuentran muchos de los presuntos terroristas capturados por su Gobierno, e indicó que todos los años se revisan los casos de todos los detenidos para asegurarse de si representan una amenaza y de si aún pueden ofrecer información valiosa.

En cuanto a qué hacer con los que aún quedan en Guantánamo, propuso que se les traslade a Estados Unidos, pero indicó que es difícil que algún congresista acceda a tener a unos 200 presuntos terroristas en su estado. Además, explicó que si se les traslada, adquirirán ciertos derechos y el Gobierno varias responsabilidades que ahora no tiene.

Cheney comentó que el momento de cerrar la prisión militar sólo llegará cuando termine la guerra contra el terrorismo, algo que nadie sabe cuándo ocurrirá y lo comparó con los prisioneros alemanes capturados en la II Guerra Mundial.

Otra opción, según el político, sería la de entregarles a otras autoridades, aunque la mayoría de los presos “no quiere tenerles nadie”.

Etiquetas
stats