El Logroñés no juega su partido ante el Calasancio

CALASANCIO: Joserra, Ruiz, 'Risi', Oscar, Gonzalo, Victor, Nacho, Emilio, Oscar Martínez, A. Uyarra y Azofra

C.D. LOGROÑES:

Pascal, Sanchez, Valentín, Cesar, Christian, Cameros, Andoni, Miguel, Escalada, Leiras y S. Alonso.

Ésta era la alineación de un partido que nunca se llegó a jugar. Finalmente se cumplía la palabra de la plantilla del C.D. Logroñés que desde el viernes estaba en huelga, negándose a jugar si no se les pagaba de inmediato o se les daba alguna garantía de cobro (el viernes finalizaban todos los plazos que los futbolistas habían dado a Sánchez, actual gestor del club, para que les pagase la deuda que tiene con ellos).

Ese mismo día, los entrenadores Edu García y Raúl Llona hacían público que se ponían en huelga y que, salvo que cambiara algo la situación, no jugarían el domingo. Y dicho y hecho. Poco antes de las cuatro de la tarde, el campo de la Estrella se empezaba a llenar de gente con la duda en el aire de si aparecerían o no los jugadores del Logroñés. Aún había esperanza hasta el último momento porque, como bien explicaba el propio entrenador, Edu García León, a lo largo de este fin de semana, seguían esperando que les dieran antes del partido unas garantías de cobro. Pero al no ser así, cumplían con su palabra y no se presentaban.

Minutos antes de empezar el encuentro, aparecía el delegado del C.D. Logroñés con las licencias de los jugadores pero ya se sabía que no aparecerían; había que esperar entonces media hora de rigor, estipulada en los reglamentos, hacer el sorteo del campo y dar entonces por terminado el encuentro.

Media hora larga, sobre todo para los aficionados que se concentraban en la Estrella y para los medios de comunicación, que una vez más, se personaban en el campo a la espera de la noticia.Y la noticia era la esperada: NO HABRÍA PARTIDO. Pero aún así, los jugadores del Calasancio tuvieron que irse a los vestuarios, para cambiarse y vestirse con su indementaria adecuada. Un mero trámite.

Junto al árbitro y los jueces de línea, saltaban después al terreno de juego, entre los aplausos del público asistente y tras el saludo inicial, hoy tan sólo con el capitán del Calasancio, se llevaba a cabo el sorteo del campo.

El colegiado, junto a sus dos auxiliares, pitaba en ese momento el final del partido, sin duda, el más corto de la historia del Calasancio. Fue a todos los efectos el más beneficiado en este asunto, aunque deportivamente, su entrenador, Nacho Ruiz, no se encontraba nada contento.

“Simplemente es una tristeza el que nos haya tocado a nosotros hacer este papel porque esto representa al fútbol riojano y si esto pasa en la categoria pues nos influye a todos. El Calasancio no es ningún protagonista en esto y ya está. No nos gusta ganar los puntos así porque hay equipos que salen perjudicados y cualquiera podría haber estado en esta situación”.

El técnico local reconocía que “sabíamos que no iban a venir porque el delegado del Logroñés nos lo había avisado pero teniamos que esperar a que se diese el sorteo de campos”.

Por tanto, esta tarde en La Estrella, no ha habido ni vencedores ni vencidos. Nadie se ha ido contento de lo que ha pasado hoy en el campo porque una vez más, lo extradeportivo ha sobrepasado a lo meramente importante, lo deportivo.

CONSECUENCIAS INMEDIATAS

El Logroñés, según cita el artículo 105 de los estatutos que rigen la RFEF, se le da el partido por perdido por un 3-0 y se le resta tres puntos.

Si la próxima jornada vuelve a no jugar el partido que le corresponda (en este caso ante el Berceo), el equipo blanquirrojo sería automáticamente eliminado y excluido de la competición.