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Exprésate y respeta

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De negro riguroso, con una capucha blanca cubriéndoles el rostro, seis personas han hecho presencia este lunes en el Paseo del Espolón logroñés con paso cuasi inerte y un anuncio sobre sus hombros, en grandes letras rojas: 'Soy seropositivo, tengo derecho a ser respetado'.

Entre la gente, han permanecido allí inmóviles mientras una cincuentena de ciudadanos escuchaban en silencio el manifiesto que este 1 de diciembre, como cada año desde hace veinte, insiste en recordar que el sida es “una enfermedad más” y reivindicar la integración social de los que la sufren.

La lectura del texto, que ha corrido a cargo de la Defensora del Pueblo de La Rioja, María Bueyo Díez Jalón, ha contado con la presencia del consejero de Salud riojano, José Ignacio Nieto, la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Logroño, Pilar Criado y el presidente de la Comisión Ciudadana Anti Sida de La Rioja, Javier Pinilla.Pinilla ha hablado minutos antes del acto para reclamar, ante todo, la “no discriminación”

de los infectados por VIH. Lo ha hecho en compañía del consejero de Nieto que, por su parte, ha destacado lo logrado durante los últimos 20 años en la concienciación de la sociedad y la Administración, así como en el desarrollo sanitario. Al respecto de esto último, Nieto ha asegurado que el VIH “está controlado, pero no erradicado”, por lo que, según él, siguen siendo “fundamentales” un diagnóstico precoz, la prevención y educación para luchar contra él en la actualidad.

Por su parte, Pilar Criado, ha manifestado sentirse “emocionada”, como fundadora de la Comisión Ciudadana Anti Sida de La Rioja en 1992, de asistir a la lectura del manifiesto, momento que ha aprovechado para trasladar su apoyo y ánimo a los afectados por VIH.

Bajo el lema 'Exprésate', el manifiesto de este año ha insistido en la “estigmatización social” que padecen todavía los enfermos de VIH y, recordando el XX aniversario de la creación del movimiento mundial de defensa de los afectados por el sida, ha vuelto a demandar un mayor esfuerzo para la “visibilización” de la enfermedad en el mundo.

Los colectivos vulnerables, como las mujeres, inmigrantes y homosexuales, han vuelto a aparecer en el discurso reivindicativo del 1 de diciembre. Para ellos, se ha pedido “equidad” en la asistencia y un mayor esfuerzo en los diagnósticos y la prevención frente a lo que en ocasiones acaba derivando en “abusos e injusticia” ante estos colectivos.

Personas que, con frecuencia, optan por permanecer en la “invisibilidad” ante el miedo a la exclusión social, lo que, según se ha leído en el manifiesto, acaba perjudicando su estado de salud. Frente a ello, los reunidos han pedido el reconocimiento a “la participación plena” de los enfermos de VIH en la sociedad.

En este sentido, la labor de la Administración debe ser, según han solicitado, también “eficiente” en el camino de lograr el objetivo de una “sociedad igualitaria sobre el respeto a los derechos humanos y unas condiciones dignas de vida” para los enfermos, así como la eliminación ciudadana de los estereotipos que se ciernen sobre el sida. Y es que “Tu actitud -ha concluido María Bueyo Díez Jalón- marca la diferencia”.

La diferencia entre la sumisión a la invisibilidad o no, entre el rechazo o la aceptación, entre llevar capucha o quitársela como así lo han hecho las seis personas de negro riguroso- figurantes del grupo de teatro 'La Carcoma durmiente'-, que poco después del manifiesto, se mezclaban ya con los ciudadanos a rostro descubierto, sin etiquetas.

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