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Este ataque suicida contra tropas españolas eleva a 88 las bajas en Afganistán

Agencias

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El ataque terrorista que acabó este domingo en Afganistán con la vida de dos militares de la Brigada Ligera Aerotransportable (BRILAT) y dejó heridos a otros cuatro es el segundo atentado suicida que sufre el contingente español desplegado en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y eleva a 88 el número total de bajas de las Fuerzas Armadas en el marco de esta operación. El número de fallecidos en todas las operaciones españolas de mantenimiento de la paz se sitúa en 148 víctimas mortales.

El primer ataque suicida dirigido contra tropas españolas se produjo el 13 de noviembre de 2006 en el mismo distrito que este domingo registró el atentado terrorista contra la BRILAT, Shindand, y dejó heridos leves a siete militares españoles. En aquella ocasión, la insurgencia utilizó un coche bomba que explotó al paso de la columna de blindados españoles y que sólo alcanzó con su onda expansiva a uno de los vehículos.

Este distrito, especialmente peligroso por su proximidad a la provincia de Farah, que limita a su vez con la zona sur de Afganistán, la más convulsiva, fue el escenario en que perdió la vida el 21 de febrero de 2007 la primera militar que falleció en un ataque terrorista en una misión de mantenimiento de la paz, la soldado de la BRILAT Idoia Rodríguez Buján.

También en Shindad perdieron la vida los 17 militares que viajaban a bordo del helicóptero Cougar que se estrelló el 16 de agosto de 2005 cuando realizaban un vuelo de reconocimiento junto a otro aparato del destacamento español.

El atentado suicida de este domingo, el primer ataque contra los Equipos Operativos de Instrucción y Enlace españoles, eleva a 148 el número de bajas de las Fuerzas Armadas españolas en misiones internacionales de mantenimiento de la paz. La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad es la operación con mayor número de fallecidos, 88 en total, incluidos los 62 militares que perecieron en el accidente del Yakovlev-42D el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía) cuando regresaban de finalizar su misión en Afganistán.

Además de las víctimas mortales de los dos accidentes aéreos, las Fuerzas Armadas españolas han sufrido nueve bajas como consecuencias de accidentes y ataques terroristas desde el inicio de su despliegue en Afganistán.

El primer fallecido en Afganistán fue el capitán médico del Ejército del Aire Jesús de la Pascua Belaustegui, que perdió la vida por un infarto el 24 de octubre de 2005. El primer militar que falleció por un ataque de la insurgencia afgana fue el soldado peruano Jorge Arnaldo Hernández Seminario, alcanzado por la explosión de una mina anticarro al paso de su vehículo el 8 de julio de 2006.

Posteriormente, perdió la vida el 21 de febrero de 2007 la soldado Idoia Rodríguez Buján, también por la explosión de una mina contra carro colocada en una carretera del distrito de Shindad, limítrofe con la provincia de Farah, una de las más conflictivas de toda la zona oeste.

Tras la muerte de Rodríguez Buján, el sargento Juan Antonio Abril Sánchez perdió la vida el 26 de mayo de 2007 en un accidente con su vehículo de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC).

El último atentado terrorista con víctimas mortales del destacamento español se produjo el 24 de septiembre de 2007 y acabó con la vida de los soldados Germán Pérez Burgos y Stanley Mera Vera y de su traductor, Roohulah Mosavi.

Las últimas bajas de las Fuerzas Armadas españolas se registraron el pasado 19 de junio, fecha en que dos militares españoles y otros dos alemanes fallecieron en un accidente de helicóptero en Bosnia poco después de despegar del Cuartel General de la Fuerza de la Unión Europea (EUFOR Bosnia), con sede en Sarajevo.

Cuatro días antes, el contingente español en el marco de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano sufrió la pérdida de uno de sus efectivos, el cabo legionario Yeison Ospina Vélez, fallecido en un accidente con su vehículo Blindado Medio de Ruedas (BMR).

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