Bajas y riesgo de cáncer

Las personas que pasan largas temporadas de baja por causa psiquiátrica tienen mayor riesgo de fallecer de cáncer, según un insólito hallazgo publicado en la revista 'British Medical Journal'.

Un equipo de investigadores británicos se han declarado sorprendidos al ver que en su análisis de la salud de 6.500 funcionarios había una relación estadística entre las bajas por depresión y la muerte por cáncer. Su hipótesis es que las personas que padecen depresión no acuden a la consulta ni son tratados a tiempo cuando desarrollan esta enfermedad.

Las historias clínicas con precedentes de enfermedad de un grupo de funcionarios que trabajaban en distintos departamentos e instalaciones de la ciudad de Londres comprendían datos desde 1985 hasta la actualidad. Casi 300 personas incluidas en dicho registro fallecieron durante el periodo de observación del estudio.

El 30 por ciento de las personas que tenían un mínimo de una baja de al menos una semana de duración mostraba también un 66 por ciento más de riesgo de muerte prematura, comparados con quienes no habían estado de baja en largos periodos.

La mayor tasa de riesgo era la de aquellas personas que habían solicitado bajas por enfermedad cardiaca, ictus o condiciones cardiovasculares relacionadas. Este subgrupo tenía un riesgo cuatro veces mayor que el resto. De todas formas, más sorprendente fue -según los investigadores- que los trastornos respiratorios y las infecciones también incrementaban el riesgo.

La máxima responsable de la investigación, Jenny Head, ha declarado que es la primera vez que se encuentra una relación entre las bajas psiquiátricas (como la depresión) y la muerte por cáncer. “Fue un hallazgo inesperado”, decía. También ha explicado que no han buscado los motivos, ya que su trabajo no estaba diseñado para ese fin, pero que “es posible que las personas que tienen depresión sean más reacias a acudir a la consulta del médico, o bien que la propia depresión afecte al pronóstico y dificulte el cumplimiento de los tratamientos”.

Considera que estos datos pueden resultar de utilidad para identificar a grupos de alto riesgo con problemas de salud serios. En un editorial publicado en el mismo número de la revista, se sugiere que la información sobre las bajas podría ser utilizada por los médicos de cabecera para ayudar a estos pacientes.