Sorpresas en la escritura nativa

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En 1747, tres miembros de la tribu Abenak presentaron una petición en el muro de un fuerte inglés en el Valle del Río Connecticut. El escrito era breve, pero va a cambiar volúmenes de tratados sobre la historia de los nativos americanos.

Escrito en inglés, el texto constata la alianza entre Abenakis y otras tribus del área para destruir las fortificaciones inglesas. Con claro sarcasmo, los firmantes explicaban que los ingleses se ahorrarían un buen dinero si tuvieran menos fuertes que mantener. Los indios sólo reclamaban una pequeña cuota por sus útiles servicios reduciendo el número de asentamientos extranjeros en su tierra. A modo de puntilla, firmaban con una florida fórmula propia de la rígida etiqueta inglesa: “Sus humildes sirvientes”.

Según Lisa Brooks, profesora de historia y literatura de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) la petición es mucho más que una muestra de la capacidad para usar la ironía en lengua escrita. Es un ejemplo “entre muchos”, de que los nativos americanos usaban su dominio del inglés escrito para resistirse a la colonización y reclamar sus derechos sobre la tierra.

“A medida que avanzaba la colonización, muchos líderes indios adoptaron la escritura como un instrumento para afrontar asuntos importantes para sus respectivas comunidades”, explica. “Escribieron peticiones, dieron discursos y realizaron registros de la historia local. Para estos pueblos la escritura fue una ruta imaginativa hacia la supervivencia”, añade.

Los usos y significados de la escritura en la América Colonial son la base de un nuevo libro firmado por la profesora 'La recuperación del espacio nativo en el noreste', con el cual la académica pretende corregir la percepción general de que los nativos eran iletrados y de que su cultura era únicamente oral.

“La falacia de que los nativos eran analfabetos se hizo popular en los escritos de James Fenimore Cooper, a principios del siglo XIX. Estos estereotipos aún perviven”, lamenta Brooks. Documentos como la petición de los Abenaki están acabando con esa teoría.

“Esa población no se desvaneció sin más. Se adaptó a las circunstancias y encontró una manera de usar herramientas coloniales en su propia defensa”, insiste Brooks quien, de hecho, pertenece a la tribu Abenaki.

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