El Código Penal se reforma y las cárceles se sobreocupan

Alfredo Pérez Rubalcaba, ha puesto en duda que las continuas reformas realizadas en el Código Penal de 1995, el primero aprobado en democracia, y que han incluido endurecimiento de penas y tipificación de nuevos delitos se realizasen con previsión sobre los efectos que tendrían sobre el sistema penitenciario.

En su discurso con motivo de la Fiesta de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, Rubalcaba ha afirmado: “Las sucesivas reformas del Código Penal no han hecho sino endurecer las penas existentes y tipificar algunas nuevas, incrementando la población penitenciaria. No estoy seguro de que este endurecimiento de las penas haya incluido siempre las necesarias previsiones en relación con sus efectos seguros sobre el sistema penientenciario”.

El ministro señaló que se produde una “aparente paradoja” cuando se compara la tasa de criminalidad española, de la que dijo es una de las más bajas de Europa, con la alta ocupación de las cárceles españolas, y concluyó que los motivos son la eficacia policial y la “dureza” del Código Penal en vigor.

Rubalcaba dijo que los ejes sobre los que girará la política penitenciaria del Gobierno serán la inclusión de los funcionarios de prisiones en el estatuto del empleado público, buscando la especialización y el rejuvenecimiento de las plantillas; el impulso del cumplimiento de condenas en mediio abierto en determinadas circunstancias y el desarrollo del plan de infraestructuras. Sin embargo, ni hizo alusión a la ampliación de éste que se planteó la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, en su intervención de ayer ante la comisión de Interior del Congreso.

Por su parte, Gallizo dedicó su discurso a reconocer la labor de los funcionarios, mencionando a algunos de ellos, que después fueron condecorados y se lamentó de que “lo bueno” de las prisiones, que cifró en un 90 por ciento, “no sea noticia”, frente a “lo malo”, que según dijo, ocupa tan sólo el 10 por ciento restante.