Luchando contra la contaminación acústica

El consistorio ha redactado un borrador de la futura Ordenanza del Ruido, y además de las “ cajas negras” incluye otras novedades respecto a la legislación de 2005.

Así, propone prohibir que los clientes de los bares saquen las bebidas a la calle excepto en zonas concretas de la ciudad (como la calle Laurel), y amplía el número de sanciones reduciendo sus importes mínimos.

Si finalmente se aprueba el borrador, la multa mínima será de 150 euros, y la máxima de 300.000. Las faltas leves supondrán un pago de entre 150 y 600 euros. Las graves irán precedidas de dos requerimientos municipales no acatados, y costarán entre 601 y 12.000 euros. Si tras una falta grave el hostelero sigue sin poner medidas, su actitud será considerada falta muy grave y será sancionada con multas de entre 12.001 y 300.000 euros.

Otra de las novedades del texto redactado por la Consejería de Arribas es el uso de nuevos sistemas de medición, que ya han sido encargados. La precisión de estos aparatos determinará si los límites de decibelios se mantienen o se cambian, según avanzó la concejal.

El citado borrador también introduce otro cambio respecto a la norma de 2005: elimina la definición de 'comportamiento cívico'. Para Arribas, esta definición debe separarse del problema concreto del ruido, porque “abarca mucho más”.

Para ello, Arribas está preparando el texto de una Ordenanza Cívica, que será presentada al resto de concejales “en breve plazo”. La edil no quiso avanzar nada sobre este asunto, que simplemente anunció.