Los diez mandamientos de la celiaquía

La enfermedad celíaca (EC) es un trastorno frecuente, que afecta aproximadamente a una de cada cien personas. La mayoría de ellas está sin diagnosticar; de ahí la necesidad de llevar a cabo una búsqueda intencionada de síntomas o combinaciones de síntomas que deberían suscitar la sospecha clínica.

Los expertos se basan en diez indicios para su diagnóstico precoz.

1. En el niño pequeño, síntomas intestinales y el retraso de crecimiento, sobre todo si se acompañan de irritabilidad y anorexia.

2. En el niño mayor y en el adolescente, el hallazgo de un retraso de talla o de la pubertad, así como una ferropenia (disminución del hierro en el organismo) o elevación de transaminasas (detectada en análisis) sin otra justificación.

3. En los adultos, la presentación clásica en forma de diarrea crónica.

4. La probabilidad de padecer una EC aumenta en determinados grupos de riesgo, primordialmente, los familiares de primer grado, determinadas enfermedades autoinmunes (diabetes tipo I, hipotiroidismo, etc.) y algunas cromosomopatías, como el síndrome de Down.

5. A menudo, el enfermo celíaco ha sido visitado por numerosos facultativos y sometido a diversas exploraciones complementarias, y etiquetado de un trastorno funcional. Estos pacientes merecen una especial atención.

6. La EC debe incluirse en el diagnóstico diferencial de los pacientes con dispepsia (dolor en la parte alta del abdomen), saciedad precoz y plenitud postprandial (después de comer), especialmente si asocian flatulencia e hinchazón. La sospecha debe ser firmemente considerada cuando los síntomas son crónicos y recurrentes y no han respondido adecuadamente a un tratamiento.

7. Los pacientes que padecen diarrea acuosa crónica e intermitente y que han sido catalogados de síndrome de intestino irritable (SII) deben ser revisados de forma minuciosa.

8. Mujeres en edad fértil con ferropenia, infertilidad y abortos recurrentes; los que presentan elevación de transaminasas; los que refieren una historia de fracturas ante traumatismos mínimos o una osteopenia/osteoporosis detectada antes de la menopausia o en un varón adulto joven.

9. Ciertos marcadores que se detectan en análisis de sangre.

10. El estudio genético es útil en el manejo de la enfermedad celíaca. Un estudio genético negativo excluye casi totalmente la enfermedad celíaca, evitando con ello pruebas invasivas, incómodas y de mayor coste.