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Obama, comienza la fase crítica

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El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, el senador por Illinois Barack Obama, ha iniciado su asalto final a la Casa Blanca en un halo de gloria.

No se espera nada menos de la Convención Nacional Demócrata que comienza en el estadio INVESCO Field at Mile High (Denver, Colorado) hasta el jueves, en un “fin de fiesta” abanderado por el ex vicepresidente Al Gore, y en el que Obama aceptará su condición definitiva de nominado el mismo día en el que se cumplirá el 45 aniversario del legendario discurso “Tengo un sueño”, que pronunciara el fallecido reverendo Martin Luther King en el Lincoln Memorial de Washington DC en 1963.

Para entonces, la cúpula Demócrata en su totalidad --incluido el recién nombrado candidato a la Vicepresidencia, Joe Biden--, habrá expresado su devoción total por Obama. “Todo está diseñado”, apuntan desde el 'New York Times', para una convención que en realidad se parece más a “una miniserie de cuatro noches de duración, con una audiencia potencial de más de 20 millones de personas”.

No obstante, la convención no está exenta de desafíos. El equipo de Obama tiene cuatro días para levantar la imagen de su candidato, de quien el partido Republicano ha criticado en numerosas ocasiones su patriotismo y su capacidad para dirigir efectivamente a las tropas estadounidenses en un conflicto armado.

Pero sobre todo, el objetivo más importante de esta celebración será definir los términos de enfrentamiento entre los candidatos: el “cambio” de Obama frente al “más de lo mismo” representado por John McCain, que en septiembre asumirá finalmente su condición de candidato republicano en la convención de Minneapolis.

“Existen dos imperativos estratégicos prioritarios en la Convención”, ha explicado el encuestador demócrata y jefe de campaña del candidato demócrata en 2004, John Kerry, Mark Mellman. “Uno es hacer que la gente se ponga cómoda con Barack Obama, el otro es definir la carrera electoral con claridad, estableciendo a Obama como un factor de cambio, y a McCain como continuación de las políticas de Bush tanto a nivel nacional como en el extranjero”, ha indicado. Para una de las principales estrategas de la campaña de Obama, Anita Dunn, “se trata de aclarar la idea de que las elecciones se realizarán entre dos candidatos y dos partidos políticos”.

TENSIONES

La Convención de Denver, con todo, ha sido programada como una fiesta. Cualquier tensión política ha sido resuelta con semanas de antelación para evitar trasladar una sensación de debilidad interna frente a la rotunda nominación de McCain.

Sin embargo, según indica el conservador 'Wall Street Journal', algunos elementos cercanos a la senadora Hillary Clinton -la gran perdedora de las primarias demócratas- se encuentran “descontentos” con la forma en la que el equipo de Obama ha tratado a la senadora, acuciada por las deudas tras la carrera, y que no ha recibido ninguna ayuda de esa máquina de recaudar que es la campaña de Obama.

Clinton, no obstante, hará de tripas corazón y hablará en favor de Obama en el evento principal del martes, bajo el eslogan “Renovando la promesa de América”, y lo hará a sabiendas de que ésta será la última vez en mucho tiempo que su nombre se asocie con la Presidencia estadounidense, después de que algunos rumores tras las primarias la situaran como posible vicepresidenta del país. Con la nominación del senador Biden, su sueño se ha desvanecido.

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