Fallece en el hospital la víctima número 154 del accidente de Barajas

Agencias

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El accidente del vuelo JK 5022 en Barajas se cobró una nueva víctima. Se trata de María Luisa Estévez González, de 31 años de edad, que permanecía ingresada con pronóstico grave debido a las quemaduras en el 72 por ciento de su cuerpo. Los otros 18 afectados que permanecen ingresados continúan evolucionando lentamente, aunque sigue habiendo dos heridos muy graves y otro grave.

Mientras, los familiares de las víctimas de la tragedia de Barajas poco a poco se recuperan de la agitación de las primeras horas, pero continúan exigiendo responsabilidades tanto al Gobierno como, sobre todo, a la compañía Spanair, con la que volvieron a reunirse. Por otro lado, ya han sido identificados 53 cadáveres, según confirmó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Cuatro días después del trágico accidente aéreo que se cobró la vida de 153 personas tras estrellarse el vuelo de Spanair 'JKK 5022' con destino a Gran Canaria, los familiares de las víctimas no cesan de exigir a la compañía y al Ejecutivo de Zapatero mayor agilidad en la identificación de los cuerpos. Se exige además que alguien explique qué sucedió y quién es el responsable del accidente y, en este caso, que se depuren responsabilidades.

La compañía aérea, que se ha comprometido a reunirse todos los días a las 18.00 horas con los familiares de las víctimas, organizó una reunión ayer que algunos de los familiares calificaron de “cachondeo” y “paripé”. En el encuentro, el subdirector de Spanair, Javier Mendoza, acompañado por un piloto y otros directivos de Spanair, trató de responder a alguna de las preguntas de los familiares y explicó que el fallo inicial en el avión fue un fallo en el mecanismo que permite que de forma automática la sonda que mide la temperatura en tierra esté encendida durante el vuelo y se desactive en tierra.

Mendoza indicó que el mecánico, de 41 años y con 20 años de experiencia, decidió desconectar la sonda al considerar que las condiciones climatológicas permitían realizar el vuelo sin dicho mecanismo. La reunión se desarrolló en un ambiente más tranquilo que la del día de ayer y Mendoza tuvo ocasión de explicar que, pese a desconectar este mecanismo, que alimenta el ordenador que controla algunos parámetros del motor, no cree que esta circunstancia pueda estar relacionada con el accidente.

No obstante, señaló que será la comisión de investigación la que determine si hay relación entre alguno de estos elementos. El subdirector de la compañía indicó que “una sola causa no provoca nunca un accidente aéreo” y señaló que Spanair ha pedido a la comisión que informe sobre el avance de la investigación. Respecto a la seguridad de los modelos MD-80, Mendoza indicó que, según datos de Airsafe.com, estos aparatos han registrado 0,27 accidentes por cada millón de horas de vuelo. De hecho, explicó que, antes del accidente, el avión hizo un vuelo entre Barcelona y Madrid con la misma tripulación, y el comandante certificó que no había ningún problema.

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