El chorizo riojano ya tiene Indicación Geográfica Protegida
El chorizo, un producto emblemático de la gastronomía riojana y de la industria cárnica de la región posee la distinción de Indicación Geográfica Protegida (IPG). Se ha publicado en el Boletín Oficial de La Rioja esta indicación, su reglamento y el Consejo Regulador que velará por la calidad del producto.
El objetivo de esta IGP es proteger la calidad del chorizo riojano y evitar la competencia desleal. Es además, el producto estrella de la industria cárnica riojana ya que representa 65 por ciento de la producción de carnes de toda La Rioja.
En nuestra Comunidad se producen al año 16.700 toneladas y 105 empresas se dedican a ello por lo que 1.340 personas trabajan de forma directa en el sector. La cifra total de negocio es de 200 millones de euros.
“Queremos mostrar al mundo como se hace el chorizo riojano” advierte Miguel Ángel Villoslada, Presidente del Instituto de Investigación de la Industria Cárnica de La Rioja, “como lo han hecho nuestros mayores, con ese mismo sabor”.
El chorizo riojano tiene unas características que lo convierte en especial. Su presentación es con forma de sarta o herradura, más o menos cilíndrica, con un calibre de 30 milímetros y un peso de 200 gramos.
Tiene un superficie limpia aunque irregular, generalmente de aspecto rugoso, color rojo, corte liso y bien ligado y una clara diferenciación entre los fragmentos de carne y tocino.
El Consejo Regulador de la Indicación Protegida del Chorizo Riojano todavía no está conformado, pero se dedicará a elaborar un manual de calidad y requisitos técnicos y de control de elaboración y maduración del producto.
Todavía se desconocen las empresas que conformarán la IPG aunque está previsto que en la próxima campaña de Navidad podamos comprar auténtico chorizo riojano.
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