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Opinión - Pedir perdón y que resulte sincero. Por Esther Palomera

La doble cara del gigante asiático

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A las ocho de la tarde del día 8 de 2008 -el triple ocho de la buena suerte para los chinos-, Beijing (Pekín) se descubrió a un mundo que le atenderá con expectación. La misma que despertó tras su elección como sede de los Juegos Olímpicos el pasado 13 de julio de 2001, similar o incluso mayor a la que ha desatado la polémica: '¿Es China un país digno de acoger la cita deportiva?'

Con la respuesta en el aire y el debate todavía abierto, el país más poblado del mundo encendió el pasado viernes el pebetero de los XXIX Juegos Olímpicos. Casi 30.000 lanzamientos pirotécnicos marcaron el comienzo del evento más esperado por un país que provoca, a la par, fascinación e incertidumbre.

La República Popular de China se caracteriza, entre otras cosas, por batir récords. Al de población -el país cuenta más de 1.300 millones de habitantes -, se suman el de país con más fronteras terrestres del mundo junto con Rusia (14). Además, es la cuarta nación más grande en superficie total y la que ha experimentado un mayor crecimiento económico en las últimas cuatro décadas. No en vano, la economía china ha crecido una media anual cercana al 10 por ciento desde los años 70.

Una evolución espectacular en lo económico que, sin embargo, no se ha reflejado en muchos ciudadanos, empleados bajo sueldos miserables; tampoco, en su sistema político anclado en un capitalismo comunista dictatorial que aúna en una sola persona, Hu Jintao, el mando de los tres ámbitos fundamentales de la República: Partido, Ejército y Estado.

EN EL PUNTO DE MIRA

Sin independencia judicial, sin sufragio universal, con una altísima tasa de corrupción entre sus cargos públicos, las acusaciones de opresión cultural a las minorías étnicas, la situación en el Tíbet y la vulneración de los derechos humanos en la trastienda, China ha sido blanco de todas las críticas durante estos meses.

Todo ello desde fuera, claro está, porque, en el interior del país, muchos asuntos o palabras que se consideran políticamente delicados siguen siendo inabordables, incluida la represión de Tiananmen de 1989 y aquel inolvidable 'Hombre del Tanque' o 'Rebelde Desconocido' fotografiado por Jeff Widener.

Según Amnistía Internacional, China es el país donde se llevan a cabo casi el 65% de todas las ejecuciones del mundo: sólo en 2006 fueron ejecutadas al menos 1.010, aunque otras fuentes elevan la cifra a 7.500 y 8.000. Las autoridades chinas se defienden y argumentan que el número de personas ejecutadas ha descendido, pero el problema persiste mientras la pena de muerte continúe existiendo en el país.

El Tíbet es el gran escollo. Para la comunidad internacional, la región, anexionada en 1950, es el símbolo de la opresión china. La llegada de los Juegos Olímpicos no parecen haber cambiado la situación. Las protestas de la población que sacudió el Tíbet y las zonas limítrofes en marzo, coincidiendo con el 49 aniversario del fallido alzamiento tibetano, y la contundente respuesta militar que les sucedió acapararon la atención del mundo durante semanas. Según el Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia, las fuerzas de seguridad chinas mataron a al menos 120 manifestantes durante esos días.

En España, el juez de la Audiencia Nacional (AN) Santiago Pedraz decidió hace apenas tres días, por su parte, abrir diligencias contra dirigentes chinos por la represión de las revueltas de marzo en Tíbet.

También esta misma semana, cuatro activistas británicos y estadounidenses fueron detenidos tras desplegar pancartas de apoyo a la independencia del Tíbet cerca del Nido (Estadio Nacional), a dos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos.

Con todo ello sobre la mesa, muchos son los que opinan que la situación de los derechos humanos, que Liu Jingmin, vicepresidente del Comité de la Candidatura Olímpica aseguró que mejoraría con los Juegos Olímpicos, no ha cambiado en el país. Poco o nada tiene que ver así, según ellos, el olimpismo y “su estilo de vida basado en el respeto por los principios éticos fundamentales universales” con China.

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