El SPET miocárdico llega a La Rioja

El Sistema Público de Salud de La Rioja está a punto de implantar una nueva técnica de diagnóstico por imagen que permitirá detectar el riesgo de sufrir ataque cardiaco. El “SPET (tomografía por emisión de fotón único) miocárdico” permite a los facultativos visualizar el estado del corazón con gran nitidez.

Se trata de una prueba útil para estudiar la existencia de zonas de escaso aporte de sangre al corazón que puedan producir una angina de pecho o un infarto de miocardio, así como para determinar el daño ocasionado cuando ya se ha producido y adoptar el tratamiento más pertinente.

La nueva herramienta está disponible gracias a la colaboración entre los profesionales del Hospital San Pedro y el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR). Este estudio tiene la ventaja de ser seguro y cómodo y su realización en el Hospital San Pedro/CIBIR evitará el desplazamiento fuera de la Comunidad Autónoma de La Rioja de, al menos, cien personas cada año, que hasta ahora debían realizarse la prueba en el Hospital de Valdecilla (Santander). La prueba se practica a pacientes con dolor torácico para quienes las exploraciones habituales no son concluyentes.

PROCEDIMIENTO

El examen por “SPET miocárdico” se prolonga durante cerca de una hora y en la misma están presentes médicos cardiólogos y nucleares. El paciente debe acudir en ayunas y, en primer lugar, es sometido a una prueba de esfuerzo –carrera en cinta rodante- para incrementar el ritmo cardiaco. En caso de que su condición física no le permita la ejecución de la carrera, el médico cardiólogo inyecta medicación estimulante del corazón.

Una vez que se ha conseguido la máxima aceleración cardiaca, se administra el fármaco radioactivo y la persona se tumba durante treinta minutos en la gammacámara (dispositivo de captura de imágenes utilizado en medicina nuclear como instrumento para el estudio de enfermedades) para que este equipo vaya adquiriendo las imágenes del corazón. Al concluir este tiempo, se inyecta una segunda dosis y nuevamente se repite el proceso en la gammacámara, aunque en este caso sin realizar previamente actividad física. De esta manera, los médicos pueden comparar el rendimiento del miocardio en máximo esfuerzo y en reposo.

Al término de la prueba, el paciente puede abandonar el centro sanitario y únicamente se le recomienda la ingesta de líquidos ya que de esa forma se elimina el fármaco radiactivo, que desaparece totalmente en pocas horas.