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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

De sexo en NY a sexo en Los Serrano

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Series españolas de éxito en la pasada temporada como “Cuestión de sexo”, “Sin tetas no hay paraíso”, “Hospital Central”, o recién estrenadas como “Lalola”, tratan el sexo sin tapujos, mostrando con naturalidad las relaciones de diferentes personas que comparten miedos, ilusiones, cenas y escenas de cama.

Por norma general los tópicos en el tratamiento de este tema suelen ser cotidianos en la pequeña pantalla y extenderse como una plaga por todas las series, hombres mujeriegos y machistas como jefes de revistas de moda, líos entre compañeros de trabajo, compañeros de clase o de internado. Estos temas van girando con el espejo de la sociedad, como reflejo o como instrumento socializador de nuestras relaciones y vivencias. Así afloran las nuevas “lolitas”, en algunos casos como prostitutas, en otras como merecedoras de placer, el fenómeno “lesbian chic” visibilizando las relaciones entre mujeres, los vecinos homosexuales que no necesariamente pertenecen al mundo del espectáculo. En definitiva, los temas van girando fiel reflejo de la sociedad en las pantallas.

Cuestión de Sexo”: A pesar de ser la única serie que incluya la palabra “sexo” en su nombre (otras han introducido partes más explícitas de la anatomía humana), “Cuestión de Sexo” explora en los diferentes conflictos sentimentales de un grupo de parejas que se juntan alrededor de una mesa para charlar sobre sus problemas o satisfacciones sexuales. Los beneficios del sexo se utilizan en estos casos como un elemento “transgresor” sin que sea un tema “virgen”, el peculiar tratamiento en esta serie, constituye una seña de identidad clara del éxito de sus tramas. Una temática recurrente tratada desde el humor como hilo conductor que saca a relucir la condición más natural del ser humano: su sexualidad.

Tres parejas, tres maneras de entender las relaciones. Por un lado “la relación del perro y el gato”, la de Guillermo Toledo, en la que no pueden estar juntos pero tampoco separados. Por el otro, la relación de los “polos opuestos se atraen”, entre la obsesiva del orden y la planificación y un hippy obligado a madurar que es un desastre y no cree en las relaciones estables, ni en el compromiso. Por último, “la relación de poder”, en la que ella suele llevarse el gato al agua en casi todas las ocasiones. Todo esto se ve trasladado también a las relaciones sexuales, con la mayoría de escenas de cama con desnudos femeninos, por supuesto (ironía).

Los hombres de Paco”: que acaba de despedir con éxito su cuarta temporada, no tuvo el éxito que esperaba el año de su estreno. Uno de los enganches para abrirse un hueco en la pequeña pantalla fue la historia de amor “apasionante e imposible” entre Lucas y Sara. El recurso de “lolita” no es nuevo pero funciona como la primera vez. La pasión que despierta una jovencita en un hombre con un alma atormentada entre los limites de la culpa y del placer. El encanto de la inocencia frente al hombre que es víctima de su deseo “ilegal”.

La serie ha sufrido una evolución tal, ya que desde el principio el personaje de Lucas venía de un matrimonio fracasado (su ex mujer luego mantiene relaciones homosexuales con la hermana de Paco) y todo parecía indicar que el conflicto sexual de la serie, el culebrón amoroso iba a estar entre estos dos divorciados a la búsqueda del amor perdido. Sin embargo, la tele es la tele, y los índices de audiencia mandan, y como la serie estaba en una situación desesperada: ante situaciones desesperadas medidas desesperadas. Y dicho y hecho, se explotó un romance que en un principio sólo iba a ser platónico en algo completamente posible y real, pasando a un segundo, último plano la otra historia de amor, la que en un principio iba a provocar que Lucas se reconciliara con su ex mujer que si no recuerdo mal guarda algún parentesco con Lolita, perdón Sarita.

“Los Serrano”: El amor ideal. Diego consigue casarse con el amor de su vida, Lucía, su novia de la época del instituto.Es el conflicto fundamental porque es el que vertebra la historia y da origen a ella. A consecuencia del matrimonio chocan los dos trenes: los serrano contra los capdevila. En principio incompatibles pero que a la larga se atraen irremediablemente. Como pasara con Marcos y Eva, que representan el amor imposible entre dos hermanos que en realidad no es tan imposible porque son hermanastros. Pero es el “morbo” del incesto lo que alimenta la relación que en ningún momento se llega a consolidar hasta que se van de la serie. Su lugar es ocupado por Guille y Teté que debido a este “gen de atracción” entre los serrano y los capdevilla no tienen otra opción que volver a repetir la misma historia que sus hermanos mayores.

La serie por su carácter familiar no se caracteriza por ser generosa en este aspecto, como puede pasar en “Cuestión de Sexo”. El sexo sobrevuela las tramas sin mostrarse. En algunos momentos se vuelve hasta puritana en este aspecto llegando a tener una expresión propia para denominar todo lo que se sale un poco de tono: “Esto es Sodoma y Gomera”. Se trata de la consecuencia natural de todas las historias de amor antes narradas y que en algunos casos este acto se prolonga hasta casi la extenuación. Un tema sexual recurrente en Los Serrano es la impotencia masculina. Tanto Diego como Fiti sufren algunos “gatillazos” a lo largo de sus andanzas amorosas en la serie lo que les lleva a tener conflictos psicológicos, algo normal teniendo en cuenta la mentalidad de macho ibérico de ambos personajes. El gran éxito es ganar la champions league, lo cual significa “cumplir con la parienta durante toda la noche”.

“Física y Química”: Es el mito sexual de Lolita pero a la inversa. Si estabamos cansados de oír la típica historia de amor entre alumna y profesor, aquí se cambian las tornas y es la profesora, interpretada por Blanca Romero, la que se enamora locamente de un alumno. Bien es cierto que la primera vez ocurre sin que ninguno de los dos sepa quién es quién. Pero el primer día de clase se vuelven a ver las caras y se dan cuenta de que lo que han hecho estaba mal y no lo pueden volver a repetir. Sin embargo eso es lo que le da tanto interés a la historia: el amor prohibido y la tentación constante a desobedecer las normas sociales. Si les pasó a Eva y Adán que al final comieron de la fruta prohibida, no le va a pasar a Blanca Romero y a su alumno si total, ya lo dice la canción la vida es un carnaval.

Sexo, sexo y más sexo. El panorama audiovisual español, la pequeña pantalla a la cabeza, está muy caliente durante todo el año. Relaciones que van, relaciones que vienen, un repertorio de historias aceleradas, que dejan al espectador satisfecho y con ganas de más: ¿Qué será lo próximo?




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