Maltratar sale caro

Los hombres que matan a sus parejas, o ex parejas, tiene que cumplir una media de 17 años y 4 meses de cárcel y, además, deben hacer frente a una responsabilidad civil que supone como media 151.521 euros, según se desprende del estudio sobre las 33 sentencias dictadas por los Tribunales del Jurado en 2006 en toda España y realizado por el Grupo de Expertos/as en Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), más un prestigioso experto en medicina forense.

Esta es la segunda vez que se realiza en España un estudio de estas características, partiendo de las sentencias emitidas por los Tribunales del Jurado, competentes para el enjuiciamiento de asesinatos y homicidios consumados, aunque el primero se centró en las sentencias dictadas entre 2001-2005.

En el estudio actual, el correspondiente al año 2006, la totalidad de las 33 sentencias emitidas fueron condenatorias. De acuerdo con el mismo estudio, se constata que el autor de los homicidios y/o asesinatos es mayoritariamente varón. Así, en el 97 por ciento de los casos analizados -32 de las 33 sentencias- fueron cometidos por hombres, mientras que el 3 por ciento restante, -un único caso- la agresora fue mujer. De ello se desprende, una vez más, que los homicidios y/o asesinatos ejecutados en el ámbito de la pareja o ex pareja son, en lo fundamental, violencia de género.

En la gran mayoría de casos estudiados no constan, prácticamente, denuncias previas a los hechos, sólo se aprecia en 4 de las 33 sentencias estudiadas, lo que supone un 12 por ciento de los casos. En otras seis sentencias se constata la existencia de agresiones o amenazas anteriores, lo que supone un 18 por ciento de los casos.

Del citado estudio, también se desprende que en el 30 por ciento de los crímenes habidos en el ámbito de la pareja o ex pareja existía un vínculo matrimonial, mientras en el 48,93 por ciento la relación afectiva era de convivencia de hecho o de noviazgo. Y, además, que en el 79 por ciento de los casos el domicilio común, el de la víctima o el agresor fue el escenario del crimen.

El 61 por ciento -20 sentencias- de las víctimas tenían hijos e hijas y en el 12 por ciento de los casos estos fueron testigos presenciales del crimen.