Una prueba con (posible) recorrido

La iniciativa merece la pena. En líneas generales, ésta ha sido la principal idea que se ha desprendido en la rueda de prensa a la firma del convenio por el que el Ayuntamiento de Logroño cede una parcela a la Universidad de La Rioja para la construcción de cien pisos de alquiler para universitarios. Tanto el alcalde, Tomás Santos, como el rector, José María Martínez de Pisón, han coincidido en destacar la idoneidad de esta iniciativa, cuyo objetivo último es promover la movilidad de los estudiantes sin que ello conlleve un precio inasequible.

Los pisos, como ya se había avanzado con anterioridad, se ubicarán en la calle Prior, en las inmediaciones del instituto Comercio; contarán con una superficie útil de entre 35 y 40 metros cuadrados y sus precios oscilarán entre 75 y 200 euros. La inversión asciende a 3,1 millones de euros, y la mitad será financiada por el Ministerio de Vivienda, dado que este proyecto se incluye dentro del Plan de Vivienda Universitaria que promueve el Gobierno central. Las viviendas se estima que estarán disponibles en tres años aproximadamente.

“Esto es una inversión de las buenas”

, ha reconocido Santos, ya que el dinero se destina a la creación de talento, “a futuros emprendedores”. Martínez de Pisón ha recalcado que esta iniciativa constituye, simultánetamente, “un punto de llegada y un punto de partida”, con la esperanza de que su éxito permita promover otras de carácter similar. Ambos responsables han coincidido en destacar que este proyecto también permita impulsar en común otras actividades de carácter cultural y académico con la idea de avanzar en la reorganización de la universidad. “Queremos crear un campus con identidad propia”, ha apostillado el rector de la UR.