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La piel más vulnerable

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Con la llegada del verano, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) quieren recordar que está claramente demostrada la relación entre la exposición al sol y el cáncer de piel.

A nivel mundial, se aprecia un aumento mayor en la incidencia de los tumores cutáneos y en especial de melanomas en las personas de raza blanca. Esto se atribuye en parte a los cambios de hábitos relacionados con una mayor exposición solar y al empleo de mecanismos artificiales de bronceado. “Esta situación, que también afecta a España, ha llevado al establecimiento de recomendaciones de fotoprotección y a la puesta en marcha de campañas educativas de diversos tipos para modificar la conducta de la población respecto a la exposición al sol”, explica Manuel Merino, experto de la AEPap.

Los tumores de la piel se suelen dividir en dos tipos: los melanomas y los llamados tumores no melanomatosos, constituidos por los carcinomas espinocelulares y los basocelulares. El segundo tipo es diez veces más frecuente que los melanomas y de relativamente baja malignidad, pero si no son detectados en estadios iniciales pueden dan lugar, tras el tratamiento, a cicatrices y deformaciones de gran repercusión estética y psicológica. El melanoma, por el contrario, es de los cánceres con mayor mortalidad relativa debido a su elevada propensión a metastatizar precozmente y además afecta a población relativamente joven, lo que le convierte en uno de los tumores malignos más importantes en cuanto a número de años potenciales de vida perdidos por cada muerte.

El melanoma ocupa el decimoséptimo lugar en frecuencia respecto a todos los cánceres en los varones europeos y el octavo en las mujeres. España, junto con Portugal y otros países ribereños del mediterráneo, como Italia y Grecia, es comparativamente uno de los países de Europa con menor incidencia de melanoma, con una tasa ajustada por cada 100.000 habitantes, en 1998, de 5,85 para varones y 7,50 para mujeres, en comparación por ejemplo con Suecia, donde fue de 16,08 y 15,00 respectivamente. “Sin embargo, hay datos que muestran que la incidencia, al igual que en otras zonas del mundo con predominio de población de raza blanca, está aumentando en nuestro país y además también la mortalidad atribuible a esta causa”, señala.

Las causas posibles para explicar el incremento de casos de cáncer cutáneo son los cambios de estilo de vida de la población y creciente exposición al sol, y la disminución de la capa de ozono.

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