Un olfato privilegiado

Agencias

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El sumiller catalán ha sido el mejor en una final en la que ha tenido que reconocer, sólo con el olfato, cinco bebidas diferentes de cualquier lugar del mundo.

Los 9 finalistas de este certamen, organizado por la revista Vino+Gastronomía, han debido reconocer, sólo por el olor, un brandy solera Lepanto, un vino blanco Gallaecia de Martín Códax, un rosado 2007 de Marqués de Riscal, un tinto 2005 de Duratón, y un sake, todos ellos servidos en copas negras.

El 2º puesto ha correspondido a Leticia Plágaro, del restaurante La Cocina de Plágaro, en Vitoria, mientras que el ha ido a parar a Raquel Suárez, del establecimiento Vinosfera, también en la capital alavesa.

Las pruebas finales en Madrid han reunido a 70 sumilleres procedentes de las semifinales celebradas previamente en Vitoria, Sevilla, Barcelona, Valencia y Burgos, a las que se presentaron más de 400 profesionales de todo el país, según los datos de la organización.

EL GANADOR

Jordi Raventós, de 35 años, se inició en el mundo del vino en su familia, propietaria de viñedos y de un restaurante, y este año participaba por primera vez en el certamen. El 'Nariz de Oro' 2008 se ha mostrado muy contento con el premio y asegura que la clave de su éxito ha sido “la constancia y mucha ilusión”.

Como novedad en esta XVII edición, han sido invitados a las pruebas diez expertos en vino procedentes de China, Japón, India y Singapur. Los finalistas del certamen, lanzado en 1990 por Vino+Gastronomía, han elegido además, a través de sus puntuaciones, la lista de los Mejores Vinos de España, seleccionados entre los 99 catados a lo largo del fin de semana.

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