Sólo la historia separa a España de la gloria

Han pasado nada menos que cuarenta y cuatro años desde que España ganara su primer título con la selección nacional. Son muchos los que todavía guardan en la memoria el cabezazo de Marcelino que supuso el 2-1 a favor de España frente a la Unión Soviética del temido portero Yashin (le apodaban la Araña Negra) y a la postre el título de la Eurocopa de 1964. Peor suerte se corrió veinte años después, en 1984, cuando una desafortunada intervención de Arconada, significó que Francia tomara ventaja en aquella final en la que jugaba como anfitriona, que posteriormente remachó con otro gol en los últimos minutos del partido.

No obstante, los antecedentes no sirven para valorar la magnífica trayectoria de España en la Eurocopa de Austria y Viena. El conjunto de Luis Aragonés es el más goleador del campeonato (once tantos, por sólo cuatro en contra) después de haber practicado un fútbol de altos vuelos. De hecho, algunos se atreven a señalar que se trata del mejor equipo en un campeonato internacional desde la magnífica selección de Brasil del 60, en la que jugaba Pelé y que también se caracterizaba por el control y el buen gusto de un formidable grupo de centrocampistas.

España se presenta en la final con un estilo propio, un juego fundamentado en el pase y constante apoyo entre los jugadores, firme en defensa (cabe destacar el buen campeonato de Puyol y Marchena) y desequilibrante en el centro del campo con Xavi, Silva, Senna e Iniesta. La delantera ha demostrado sus credenciales con un inspirado Villa, máximo goleador por el momento del campeonato con cuatro tantos, y un Torres, que, pese a estar menos afortunado de cara a gol, ha demostrado su talento. En el banquillo, no obstante, aguarda Güiza, una garantía de trabajo. Cesc tendrá su gran oportunidad esta noche de demostrar toda la calidad que guardan sus botas.

ALEMANIA

Por el lado, poco se puede decir de Alemania. Ha llegado a la final de la Eurocopa tras haber jugado mal. Ninguno de sus jugadores, a excepción por momentos de Ballack, ha destacado especialmente. Son jugadores con una gran capacidad atlética, sin un brillante manejo del balón, pero cuyo tesón y esfuerzo les proporcionan siempre buenos resultados. Cabe recordar las palabras pronunciadas hace tiempo por el inglés Gary Lineker de que el fútbol es un juego en el que juegan once contra once y siempre ganan los alemanes.

Alemania es el equipo más laureado en la historia de la Eurocopa. Desde que comenzara este torneo en el año 64, precisamente en el que ganó España, el conjunto germano ha disputado un total de cinco finales, de la cuales ha ganado tres (1972, 1980 y 1996) y ha perdido dos (1976 y 1992). Esperemos que se cumpla el popular dicho de no hay dos sin tres y en esta ocasión sume una nueva derrota frente a España.