“Mi cuerpo no aguanta tanto trajín”

Rioja2

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@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Con la voz sonriente, razonable y cariñosa, María José Madorrán habla de su cargo como presidenta de esta institución con pausa. Como si los recuerdos se agolparan en su cabeza y se fueran colocando en fila en la punta de su lengua para salir de su boca poco a poco. Sí, como cuando nos enseñan de niños en el colegio a cómo actuar ante un incendio o una emergencia.

El curso 2007-2008 se cerró el día de San Juan, pero no se han acabado las actividades. ¿Como valoras este último año de mandato?.

Muy positivo. Empezamos con un homenaje a Ángel González, que falleció posteriormente, y hemos terminado con un broche de oro, Luis García Montero. Pero todavía quedan actividades, como el Concurso de Pintura al Aire Libre o la Universidad de Verano. Este año además se han hecho cosas nuevas, como los Cursos del Camino de la Lengua, y se han aumentado las actividades fuera del Ateneo, sobre todo en colegios.

Una pregunta difícil. Lo más interesante durante estos 6 años.

Lo que resaltaría es que cuando empecé con esta responsabilidad en el Ateneo Riojano, me parecía que todo lo que proponía se estaba llevando a cabo ya por entidades culturales más sólidas. A lo largo de estos 6 años hemos sabido buscar nuestro hueco con mucha creatividad. Hemos dado la oportunidad a desconocidos y hemos hecho un gran esfuerzo para traer también a personas relevantes.

Han pasado muchas personajes destacados del mundo del arte y de la cultura en este tiempo.

Desde luego, pero han sido tantos que seguro que se me olvidan muchos. El dibujante Forges, el historiador Julio Valdeón, el escritor Fernando Schwatrz o el poeta Vicente Gallego. Tampoco me quiero dejar a personajes riojanos relevantes que nos han visitado como, por ejemplo, Titín III o Diego Urdiales.

Un balance de estos 6 años.

Pues mucho esfuerzo y empeño personal para ver, por fin, al Ateneo proyectarse social y culturalmente a nivel nacional e incluso internacional. Ahora está muy valorado por la sociedad. La gente me para por la calle para mostrarme su cariño y decirme que el Ateneo hace cosas muy buenas por Logroño. La prueba es que hace 30 años, cuando comenzó esta institución su actividad, nadie quería ser presidente y ahora que me voy yo, ya hay muchas personas que quieren serlo, por ejemplo, Antonio Díaz, que ha sido presidente y secretario ya, o Piedad Valverde, responsable del Centro Cultural de la Gota de Leche.

¿Por qué lo has dejado después de tanto tiempo?.

Por varias circunstancias. Primero, que los objetivos principales que quería conseguir, a parte de la actividad cotidiana, ya se han cumplido. Éstos son la catalogación de los 3.000 volúmenes de la biblioteca y llegar a un acuerdo para poner un ascensor en el edificio. Segundo, que estoy muy cansada físicamente. Mi cuerpo no aguanta tanto trajín entre mi trabajo como orientadora escolar, mi familia y el Ateneo. Y tercero, es que tengo una segunda oportunidad profesional. Una editorial me ha propuesto una colaboración estrecha para una colección de libros educativos y, para investigar, necesito tiempo. En 2006 ya me propusieron otra cosa parecida pero tuve que decir que no porque los objetivos no estaban cumplidos. Ahora me voy relajada.

Y... ¿qué vas a hacer ahora?. ¿Te vas a tomar unas merecidas vacaciones?

Hasta el 8 de julio no tengo descanso cultural, pero continuaré con la actividad familiar. Me iré con mis padres a mi pueblo, Munilla, y luego espero poderme ir 10 días en agosto a Alicante.

Bonito festival de jazz los veranos en Munilla.

Si. Además colaboro con la asociación cultural organizando cine para niños, tertulias...

Que no paras, vaya.

No. Ja, ja, ja...

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