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El botiquín del viajero

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Llega el verano, y con él todo lo que este periodo comporta: calor, playa, atascos… Cada vez son más los españoles que aprovechan estos días de “paréntesis laboral” para viajar y conocer otros países y otras culturas distintas a la nuestra.

Aunque la composición del botiquín debe variar según el lugar de destino y el tipo de viaje, hay algunos elementos que son imprescindibles, como: protector solar, material para pequeñas curas (tiritas, gasas, algodón, esparadrapo, tijeritas de punta redonda y antiséptico), aspirina, antihistamínicos, antiácidos, laxantes, repelente de insectos y termómetro. Y siempre es conveniente una consulta previa con el médico para conocer qué medicamento es el más adecuado, sobre todo en caso de embarazo, así como en caso de alergias por picadura o contacto, diarreas, antibióticos, enfermedades crónicas.

Se aconseja que el botiquín se transporte suficientemente protegido, en un recipiente resistente y que pueda permanecer lo más seco y fresco posible para la correcta conservación de los fármacos. Además, es recomendable revisar la caducidad de los medicamentos del botiquín para confirmar su buen estado de conservación.

SÍNDROME DE LA CLASE TURISTA

En vacaciones aumenta el número de viajes largos, ya sea en avión, en coche, en tren o en otros medios de transporte. Esto implica de forma directamente proporcional el aumento de la posibilidad de sufrir el llamado Síndrome de la Clase Turista o síndrome del viajero, que consiste en sufrir en mayor o menor grado una trombosis venosa profunda (TVP) debido a la escasa movilidad a la que estamos sometidos durante un viaje de larga duración, a la que en el caso del avión se suma el descenso de la presión atmosférica.

Esta inmovilidad perjudica la circulación sanguínea y puede ocasionar la formación de coágulos en las venas de las piernas. Si estos coágulos llegan hasta los pulmones, existe el peligro de que el pasajero sufra una embolia pulmonar, por lo que es importante tomar todas las precauciones posibles para prevenirlo.

Los expertos recuerdan a los viajeros que cuando el viaje sea superior a 6 horas, es aconsejable tomar una serie de medidas preventivas, como tomar un comprimido de Aspirina el día antes del viaje y otro comprimido en los dos días posteriores si no existen contraindicaciones, ya que se ha demostrado su capacidad para disminuir la incidencia de este síndrome gracias a sus propiedades como anticoagulante. Otros consejos son ejercitar las piernas a intervalos regulares, estirar brazos y piernas en el propio asiento, realizar algún ejercicio sencillo, llevar ropa elástica que facilite la circulación y beber abundante agua.

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