Asalta la casa de una anciana por un “colocón”

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Uno de los acusados de asaltar la casa de una anciana de 85 años en Tormantos (La Rioja) ha declarado hoy que el atraco se debió a un “colocón tonto” y que implicó a otros tres procesados porque la Guardia Civil le “amenazó y golpeó”, mientras que los otros hombres negaron su participación en los hechos.

La Audiencia Provincial de La Rioja ha celebrado hoy la primera sesión del juicio contra dos brasileños y otros dos argelinos, a quienes el fiscal reclama 32 años de cárcel como presuntos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación, allanamiento de morada, detención ilegal, lesiones con arma blanca y daños psíquicos a una anciana y a su hijo, a quienes asaltaron en enero de 2007.

R.L.T., un brasileño de 22 años, ha asegurado que actuó “bajo los efectos de las drogas”, ya que desde los doce años consume diversas sustancias y, por ello, se encuentra en tratamiento y toma diez pastillas al día para desintoxicarse.

Ha reiterado que no se acordaba de nada de lo que sucedió aquel día, ya que había consumido cocaína y llevaba dos días sin dormir, aunque ha culpado a K.C. de “comerle la cabeza” para asaltar la casa, ya que éste había trabajado para sus dueños y sabía que guardaban elevadas cantidades de dinero en la casa.

Ha recalcado que no ató, ni pegó, ni tiró al suelo, ni puso un calcetín en la boca a la anciana, a quien sólo le quitó su muleta y ella sola se cayó al suelo.

R.L.T. ha dicho que la pistola de fogueo que utilizó era “de juguete”, ha exculpado a M.D. -el hombre que les llevó en su coche desde Rincón de Soto- y ha descartado que sean una banda, ya que todo fue “una tontería por un colocón” de cocaína.

Este joven, quien ha reconocido que tiene que cumplir 24 años de prisión por otras once condenas por diversos robos, ha acusado al jefe de la Policía Judicial de golpearle y engañarle al decirle que los otros tres le dejaron “tirado” y huyeron con un botín de 70.000 euros.

Durante su declaración, el juez le ha llamado varias veces la atención por su tono alterado y sus reiteradas faltas de respeto -a la anciana la definía como “la paisana”-, por lo que después le ha expulsado de la sala, ya que también se ha dedicado a interrumpir las intervenciones de los otros dos acusados argelinos.

Por su parte, M.M.S., el otro brasileño, ha dicho que no conocía a los argelinos y que él no estuvo en Tormantos, ya que se quedó con su mujer enferma en Rincón de Soto, donde se había trasladado desde Asturias para visitar a su compatriota.

El argelino K.C. ha recalcado que él sólo acompañó a los brasileños a Tormantos para buscar trabajo en la casa asaltada -para la que ya había trabajado en otras ocasiones- y ha indicado que él no sabía que iban a robar.

Ha señalado que se quedó unos veinte minutos en la cabina de teléfono para llamar a su familia en Argelia, hasta que llegó M.M.S. con gotas de sangre en la cara y partieron hacia Rincón de Soto en el coche de M.D., que era quien conducía.

Durante el camino, el brasileño les mostró el botín y se ofreció a compartirlo, pero, como ellos no estaban de acuerdo, les amenazó para que no le denunciasen en el cuartel de la Guardia Civil.

Por último, el otro argelino, que era el imán de la mezquita de Rincón de Soto, ha declarado que sólo les llevó en su coche porque le iban a pagar y que él se marchó de excursión a un pueblo cerca de Tormantos.

M.D. se ha quejado de que M.M.S. le miraba con actitud “amenazante” durante su declaración y que tenía “miedo” de que le hiciese algo en la cárcel por acusarle del asalto.

La vista oral continuará mañana con las declaraciones de la madre y el hijo asaltados, los familiares que llegaron a la casa y otros testigos del atraco.

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