“El fútbol no existiría sin los clubes pequeños”

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El trabajo ya ha comenzado a trabajar. Pocos días después de certificar su presencia en División de Honor, el Valvanera ya ha empezado a mover hilos para lo que se perfila un año histórico. Imbuido en la preparación de la cuarta edición del torneo nacional, Salva Royo, su presidente, se congratula del éxito cosechado: “Lo difícil es subir con tu gente”, apostilla.

“Catorce de los chavales que han logrado el ascenso están en el club desde los siete años y eso hace que sea aún más complicado”, reseña Royo quien reconoce que, en parte, ha sido toda una sorpresa: “No era algo prioritario. Encargamos la dirección a Juan Martínez, que tiene mucha experiencia con los pequeños y los resultados se dieron y logramos el ascenso”.

La gran pregunta es ahora si hay sitio para tres equipos riojanos en la categoría: “En mayo del año que viene se verá”, bromea al tiempo que defiende el trabajo de cantera que se está haciendo en La Rioja. “La base es para quitarse el sombrero. Se está trabajando muy bien y las instalaciones son perfectas. Eso hace que los chavales ganen en calidad”.Esa evolución de la cantera la constata con realidades. “Estamos a la altura de cualquier Comunidad limítrofe y hasta cadete podemos competir de tú a tú con cualquier rival”. El problema, como siempre, está más arriba. “El fútbol de arriba está cogido de dos hilos y en cuatro años se han ido muchos jugadores. Hay riojanos en la Real Sociedad, Deportivo, Valladolid, Osasuna...”

Esos dos hilos son los representados por Logroñés y Logroñés CF y Salva Royo, como todos los futboleros, tiene su punto de vista: “No puede haber dos equipos y que uno lleve gente y del que somos todos y otro no. Aquí hay que ser serios, no van a venir Abramovich a Logroño y todos los que han venido hasta ahora lo han hecho para hacer negocio”, explica.

Las críticas no son exclusivas para el Logroñés, el CF también se ha equivocado: “Su mayor error fue cambiar de nombre. Si hubieran seguido como Recreación sería un equipo más, con rivalidad, pero no habrían enfrentado a la afición como lo han hecho”. Pero el mayor problema es uno: “Aquí nadie dice la verdad y lo que sabemos todos es lo que se escucha en las tascas”.

Y la política también tiene parte de responsabilidad: “La política en deportes es muy necesaria, pero han querido hacer negocio con el deporte. Han estado muy mal asesorados”. La solución, una: “Comenzar de cero. La afición igual no lo entendería pero saldría adelante”. Y su teoría tiene argumentos: “Hay que contar con lo que se tiene, no con lo que se espera y contar, sobre todo, con los clubes de cantera. Si no fuera por los directivos de los clubes pequeños, no existiría el fútbol”.

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