Tres décadas de revolución sanitaria

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Las autoridades sanitarias cubanas atribuyen las bondades de sus sitema a las consultas de médicos de cabecera (Atención Primaria). El balance es muy satisfactorio en términos de cifras. En 2004, por ejemplo, se registraban en el país siete defunciones por cada 100.000 niños menores de cinco años, muy por debajo de las 46 muertes de 40 años antes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al mismo tiempo, los cubanos gozan de una de las mayores esperanzas de vida del mundo: 77 años.

El pilar fundamental de este sistema son las policlínicas comunitarias, 498 en todo el país, cada una de las cuales tiene una zona de atención con poblaciones que oscilan entre los 30.000 y los 60.000 pacientes. Operan además como centros de organización para entre 20 y 40 consultorios de médicos y enfermeras de familia, y como centros acreditados de investigación y docencia para estudiantes de Medicina, enfermería y otras ciencias de la salud.

Hoy Cuba cuenta con unos 33.000 médicos de familia. La especialidad de medicina de familia constituye un requisito para más del 97% de los licenciados en, que tras acabar sus estudios deben pasar un año como internos y dos como residentes para completar su formación. Más tarde pueden solicitar otro periodo de residencia en una segunda especialidad.

En 2008 se vuelven a introducir nuevos cambios en la atención primaria en Cuba. Desde 2002, 241 policlínicas han sido objeto de una amplia renovación, proceso que se prolonga hoy día. La finalidad es añadir servicios que antes sólo se ofrecían en los hospitales. Actualmente la policlínica estándar ofrece 22 servicios, entre ellos rehabilitación, radiología, ecografías, optometría, endoscopia, trombólisis, servicios de urgencia, traumatología, laboratorios clínicos, planificación familiar, urgencias odontológicas, atención maternoinfantil, inmunización y atención a los diabéticos y a las personas de edad avanzada.

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