A las puertas de la utopía

0

El Tau Cerámica se quedó a un milímetro de la utopía y no pudo romper los pronósticos contra el CSKA Moscú (79-83), que le derrotó, con más apuros de los previstos, en la segunda semifinal de la 'Final Four' de la Euroliga de baloncesto, disputada en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.

Treinta y tres minutos le duró el sueño y el fuelle al Tau Cerámica, que vio cómo el equipo moscovita se tomaba la revancha de las semifinales de 2005, en la que, siendo el anfitrión y el candidato indiscutible al triunfo, sufrió un inesperado traspié frente al conjunto vasco, con un tanteo similar al de esta noche (78-85).

El Tau podía haber interpretado el papel que el Real Madrid dejó vacante en el guión. La 'Final Four' en Madrid se quedó huérfana del equipo blanco, que ansiaba con recuperar el trofeo que no gana desde 1995 en Zaragoza con Sabonis e Isma Santos en su plantilla, pero los de Joan Plaza se quedaron a medio trayecto.

“Vamos a peor. Ya ni siquiera 'clasificamos' al equipo anfitrión. Antes jugaban la 'Final Four' y la ganaban. Ahora, ni llegan”, bromeó con la prensa en los días previos el CEO de la Euroliga, el español Jordi Bertomeu, sobre la tradición, frustrada en el trienio último, de que el organizador era el que acaba levantando el título continental.

Pero el grupo de Neven Spahija, el 'anfitrión', la última bala de la ACB por relevar al Barça del curso 2002-03, el de la triple corona de Dejan Bodiroga, uno de los 50 apellidos que han dado más lustre a la competición -y que fue homenajeado esta noche, en medio de una larga lista: Emiliano, Clifford Luyk, Lolo Sáinz, Epi, Corbalán, Kukoc, Divac, etc.-, ejerció de sí mismo.

Primero los baskonistas neutralizaron el peligro en el perímetro de Siskauskas (20-20, min.10), sin que Holden ni Papaloukas hubieran aparecido en la escena. Y después, bajo la dirección del argentino Pablo Prigioni y el poder interior de Splitter, sobresaliente bajo los aros, una calamidad en el tiro libre -dos de ocho hasta el descanso-, abrieron una senda hacia la utopía (40-32).

EL CSKA SENTENCIA

El CSKA rompió tras el descanso la maraña defensiva del Tau y, con un parcial de 4-12, se daba un respiro (43-45). Ya miraba por encima del hombro a los vitorianos, corría y Holden y Smodis anotaban con fluidez, pero el Tau no se daba por enterrado y mantuvo las distancias en uno punto a favor o en contra hasta el término del tercer cuarto (56-57, min.30).

Dos tiros libres de Splitter (61-59) fueron el último canto desl cisne para los de Vitoria. Entonces, irrumpió Holden, Papaloukas y, sobre todo, Andersen para romper en un santiamén, con diez puntos de una tacada (61-69), todo el trabajo hecho por el campeón de la Supercopa ACB en 33 minutos.

La distancia era ya sideral para el Tau, que ya no tenía fuerzas para más, Splitter se marchaba al banco y, pese a los triples últimos de Prigioni, no podía echar abajo una evidencia: el CSKA, clasificado para su tercera final consecutiva. Vencedor en 2006, se quedó a sólo dos puntos el año pasado de revalidar contra el Panathinaikos en Moscú.

El domingo (21.00 horas) repetirá la final de 2006 en Praga y, como aquel año, no piensa más que en ganar el trofeo para el que ha sido diseñado.

Etiquetas
stats