A falta de geriatras

De acuerdo con los datos de un informe realizado por esta sociedad, tan sólo un 12% de los hospitales españoles cuentan con Unidades Geriátricas de Agudos. En concreto, en la red hospitalaria el déficit de camas hospitalarias especializadas para la atención de patología aguda oscila entre el 80 y 93% (alrededor de 4.300 camas) y de camas dirigidas a la recuperación de la incapacidad funcional entre el 46 y el 76% (3.800).

Estos datos están en línea con la falta de geriatras en los hospitales españoles. “A partir de los 75 años, todos los pacientes deberían ser tratados por un geriatra- precisa el doctor Juan José Solano, jefe del servicio de Geriatría de Hospital Monte Naranco y presidente del comité organización de la Reunión-. Sin embargo, hoy en día esta atención no alcanza al 30% de los mismos, registrándose importantes diferencias por comunidades autónomas”. “Hay un dato ilustrativo sobre esta situación –precisa el doctor López-Arrieta-: en la comunidad de Madrid acaban de abrir sus puertas seis nuevos hospitales. Las 19 plazas de geriatría convocadas no están dentro de un servicio ni sección de Geriatría”.

Los mayores son los grandes protagonistas del sistema sanitario en la actualidad y en el futuro. “Son ellos los que acuden mayoritariamente a las consultas de los médicos, los que ingresan en los hospitalarios, a los que se les prescribe más fármacos y los que representan el primer grupo por gasto sanitario”, destaca el doctor López-Arrieta.

De hecho, el 46% de los pacientes atendidos en atención primaria son personas mayores y las visitas domiciliarias a ese grupo suponen más del 40%. Asimismo, se estima que el 77% del gasto de la factura farmacéutica pública la consumen los pensionistas. Eso significa casi 6.800 millones de euros. “Y no sólo eso, el 16,6% de las personas mayores de 65 años reconoció haber estado hospitalizado al menos una vez y, sin embargo se les está privando de una asistencia especializada que ha demostrado desde el rigor científico que los Servicios de Geriatría hospitalarios son beneficiosos”, subraya el presidente de la SEMEG.

MEJOR PRONÓSTICO

Los ensayos clínicos y revisiones sistemáticas realizados muestran que el anciano enfermo, que ha sido atendido por geriatras, en el momento del alta presenta una mejor situación funcional, más posibilidades de volver a su domicilio con una mayor calidad de vida tanto para él como para su familia sin incrementar los costes sanitarios.

De hecho, los resultados de un trabajo desarrollado en nuestro país ha revelado que los pacientes ingresados en Unidades de Geriatría de Agudos respecto a los ingresados en unidades de agudos convencionales presentan una reducción de institucionalización (25%) y deterioro funcional (14%) al alta. Asimismo, se registro una reducción del 15% de la estancia media con una disminución del coste hospitalario del 4%

En la actualidad, tres de cada diez personas mayores de 65 años hospitalizadas desarrollan algún tipo de incapacidad funcional que no presentaban cuando fueron ingresadas. “El contacto del anciano con sistema sanitario genera ya de por sí dependencia y en un momento en que se está hablando tanto de este tema es fundamental insistir en que el objetivo de los geriatras es prevenir la dependencia”, subraya el doctor Solano.