Pacientes críticos, mejor con el intensivista

“Si un especialista en cuidados intensivos no sólo ejerce su trabajo en la UCI, sino que junto con el resto de profesionales sanitarios de otras áreas hospitalarias, trata al enfermo cuando aún no esté grave y comienza su tratamiento de forma precoz, éste puede llegar en muchas mejores condiciones a la UCI o incluso puede que no llegue a un estado crítico”, según apunta el doctor Pedro Galdos, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). “Necesitamos que gerentes y gestores nos indiquen cuáles son sus necesidades en cuanto al enfermo grave para que nosotros podamos ofrecerles soluciones con la cartera de servicios de la que disponemos”.

El especialista en Medicina Intensiva es un profesional pluridisciplinar y polivalente encargado de dar soporte vital a los pacientes críticos cuya situación pueda ser potencialmente reversible dentro de las Unidades de cuidados Intensivos. “Tratamos a enfermos con afecciones muy diferentes, por lo que tenemos que tener conocimientos muy amplios”, subraya el doctor Galdos. “En España, la formación de los médicos intensivistas está por encima de la media del resto de países de la Unión Europea. De hecho, hay una tendencia de los expertos internacionales de seguir el modelo que los intensivistas tienen en nuestro país”.

SUPERVIVENCIA

Las UCI tratan básicamente a cuatro tipos de enfermo: aquellos que acuden con alguna dolencia coronaria; los enfermos médicos, cuya patología es susceptible de ser revertida con un tratamiento médico; los traumatizados, que provienen de accidentes de tráfico, laborales, etc., y los enfermos quirúrgicos con patología postoperatoria.

A pesar de la gravedad de estos pacientes, la supervivencia en los Servicios de Medicina Intensiva es cercana al 80 por ciento. “Muy al contrario de lo que normalmente se cree, el porcentaje de mortalidad en una Unidad de Cuidados Intensivos polivalente, ronda el 20 por ciento”, apunta el presidente de la SEMICYUC.

Las camas destinadas a estas UCI rondan entre el 5 ó 6 por ciento del total de las existentes en un hospital. “Es un número escaso en comparación con las que se dedican en Europa y en la mayoría de los casos deficitario”, incide el doctor Galdos.

Un modelo organizativo para la Medicina Intensiva que por el momento está resultando muy válido es el que se ha instaurado en Andalucía, donde en todos los hospitales se han unido los Servicios de Urgencias y las UCI. Según el doctor Galdos, “el paciente así está mejor atendido, sobre todo teniendo en cuenta que el 60 por ciento de los enfermos que llegan a la UCI proceden de urgencias”. En este sentido, se han iniciado líneas de colaboración entre SEMIYUC y SEMES (Sociedad Española de Urgencias y Emergencias), como ha sido la elaboración y publicación reciente de recomendaciones del manejo del paciente con infección grave. Igualmente, la idea de la SEMICYUC es ofrecerse a otras Sociedades Científicas de nuestro país, con el planteamiento de establecer documentos de consenso y recomendaciones que posibiliten un manejo diagnóstico-terapéutico precoz de los pacientes graves tanto en las áreas de urgencias como en las plantas de hospitalización. Ello redundaria sin duda, en un manejo mas rápido y adecuado con la consiguiente influencia en la mortalidad y en la estancia hospitalaria.

FUTURO

Teniendo en cuenta el envejecimiento paulatino de la población de nuestro país, y que son estas personas mayores las que ocupan el mayor porcentaje de pacientes que acuden a las UCI, se estima que en los próximos diez años el número de personas que acuden a estos servicios de medicina intensiva se incrementará.

Actualmente el número de intensivistas que hay en nuestro país supera los 2.500, y las plazas para MIR en esta especialidad médica son 140 cada año. “Esto nos hace estimar que hay un número de intensivistas suficiente en las condiciones actuales y que en un futuro las previsiones también indican que habrá una cifra adecuada de especialistas”, apunta el doctor Galdos.

Alrededor del 55 por ciento de la actividad de las UCI se lleva a cabo en personas mayores de 65 años. Según el presidente de la SEMICYUC, “la medicina intensiva es un área muy relevante dentro de los hospitales, y su actividad se verá influenciada tanto por el incremento de la población como por el aumento del número de personas mayores”.

La media actual de intensivistas por cada 100.000 habitantes es de alrededor de 4 especialistas, según la última encuesta realizada por SEMICYUC para conocer la disponibilidad de médicos especialistas en Medicina Intensiva.