La Policía se incauta de miles de piezas arqueológicas expoliadas

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Agentes adscritos a la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional han desarticulado una red presuntamente dedicada al expolio de yacimientos arqueológicos que operaba a nivel nacional, aunque principalmente actuaba en Aragón, Comunidad Valenciana y Andalucía, siendo la campiña cordobesa la zona más castigada. Hasta el momento hay 20 detenidos, en Córdoba (nueve), Jaén (cuatro), Valencia (dos), Castellón (dos), Ibiza (uno), Zaragoza (uno) y Granada (uno).

Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, los agentes han practicado 24 registros en los que se han intervenido, entre otros efectos, miles de piezas arqueológicas de todo tipo, más de 12.000 monedas de distinta tipología y época, 72 armas de fuego y ocho detectores de metales.

Algunos de los ahora detenidos se desplazaban a diario, tanto en horas nocturnas como diurnas, a distintos yacimientos, previamente localizados, provistos de detectores de metales y otros útiles para la excavación y sustracción de los materiales que pudieran ser hallados. A uno de los arrestados le fue intervenido un manual en el que se recogen consejos de comportamiento ante eventuales actuaciones policiales contra los expoliadores.

Los bienes que localizaban eran comercializados directamente entre personas conocidas por los autores del expolio y en establecimientos comerciales. En otras ocasiones, también lo hacían a través de páginas de subastas en internet, que se ha convertido en un importante punto de encuentro entre saqueadores y clientes.

INICIO DE LAS INVESTIGACIONES

La denominada operación 'Pitufo' se inició el pasado mes de octubre a partir de las informaciones obtenidas durante la ejecución de la operación 'Vivo', realizada en el año 2006, que culminó con el arresto de 24 personas y en la que fueron recuperadas miles de piezas de gran valor arqueológico.

Coordinada por la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), la presente investigación ha contado con la colaboración de especialistas policiales de las Jefaturas Superiores de Cataluña y Valencia, y de las Comisarías de Córdoba, Jaén, Castellón y Alicante. En la ejecución de la operación, y dirigidos por los respectivos Delegados de Patrimonio, también han participado funcionarios de las comisarías de Zaragoza, Granada y Lugo.

VENDÍAN LAS PIEZAS POR INTERNET

Los investigadores han podido determinar que internet se ha convertido en el punto de encuentro predilecto entre los expoliadores y sus compradores. Los restos arqueológicos en muchas ocasiones eran comercializados a través de páginas de subastas en la Red, aprovechando la sensación de impunidad que ofrece, así como las dificultades que entraña la identificación de los compradores y vendedores al estar ubicadas las páginas web en el extranjero.

La numerosa documentación intervenida en los registros ha puesto de relieve que, en algunas páginas se ofrecen piezas de arte con supuestos 'certificados de autenticidad', sin determinar la procedencia de los artículos. A pesar de estos obstáculos, se ha logrado identificar y detener a los compradores que recibían constantemente el producto del expolio vendido a través de Internet.

Según explica Interior, además del beneficio económico reportado a los investigados, esta actividad ocasiona irreparables daños en los yacimientos expoliados, alguno de ellos desconocidos. La Administración competente, por tanto, ni conocía las actividades ni tenía catalogadas algunas de las zonas. Esto representa un importante obstáculo para el análisis científico de las estructuras, realizado por arqueólogos y con metodología arqueológica, orientado al descubrimiento e investigación de toda clase de restos arqueológicos o paleontológicos, así como de los componentes geomorfológicos relacionados con ellos.

La práctica totalidad de los detenidos, como acreditan los efectos que les han sido intervenidos, practicaba personal y directamente el expolio y su comercialización ilícita. A los arrestados en Zaragoza, Granada, Lugo e Ibiza, se les imputan los delitos de receptación y, en el caso del detenido en Ibiza, el de tenencia ilícita de armas.

En los 24 registros realizados se han intervenido miles de piezas producto del expolio. En uno de los casos fueron necesarias tres furgonetas para trasladar los efectos recuperados hasta el lugar de depósito.

Entre las piezas más relevantes destacan una importante cantidad de trozos de cerámica fragmentada; más de 10.000 piezas de paleontología y arqueología; más de 12.000 monedas de distinta tipología y época; dos colecciones de monedas romanas; trozos de fíbulas; hachas de piedra y metálicas; una ánfora reconstruida, dos lucernas y una falcata; colecciones de botones antiguos; un cofre con piedras; un fragmento de tela de sepultura romana y rascadores neolíticos.

Además, se recuperaron dos cuadros del siglo XVII Y XVIII; cinco cuadros pequeños; un capitel de madera y dos columnas; ocho detectores de metales y manuales de aparatos detectores; un pico del detector, un visor nocturno, un escáner y varios ordenadores.

Los detenidos también poseían 72 armas de fuego y 5.000 cartuchos de distinto calibre, una guía para casos de denuncia por expolio, carpetas con documentación de transacciones, certificados de autentificación, un pen-drive con información de yacimientos, cuatro mapas con localizaciones para búsquedas y abundante documentación.

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