La peor racha en el peor momento

El fútbol, como todos los deportes, es cuestión de rachas. “El fútbol es un estado de ánimo”, decía Jorge Valdano. Una frase que, en el caso del Logroñés CF, parece cumplirse a rajatabla. El equipo de Rafa Saéz es un equipo de tirones. Funciona a trompicones tanto en lo particular como en lo general. El problema es que ese estado de ánimo roza, a falta de seis partidos, su nivel más bajo del año.

Atrás quedaron los partidos en los que el CF se hundía cuando encajaba un gol; atrás quedó también su permanente presencia en el último puesto de la clasificación; atrás quedan sus trece partidos sin ganar. Pero su estado de ánimo sigue sin mejorar y cuando más se está jugando, peor está rindiendo.

Por primera vez en la temporada los rojiblancos han encajado tres derrotas consecutivas y sólo las limitaciones de sus rivales le permiten seguir soñando con una salvación que, en cualquier caso, sigue estando más complicada que nunca.

Afrontaba el CF la jornada 30 de competición desde el primer puesto libre de polvo y paja. Con 33 puntos los rojiblancos estaban empatados a puntos con el Burgos (en puesto de promoción) y aventajaban en tres puntos a Palencia y en cuatro a Osasuna B y Valladolid B. Ahora, 21 días después, el equipo ha regresado a puestos de descenso, está a dos puntos de la promoción y de la salvación y el Valladolid B, en el puesto 15, le saca tres puntos. Los problemas crecen si se tiene en cuenta que el Guadalajara, próximo rival, sigue soñando con entrar en puestos de ascenso y que no pondrá fácil las cosas a los de Rafa Sáez.

Además está el estado de ánimo. Perder ante el Barakaldo puede entrar en los pronósticos, pero caer sin ser peor y dando la sensación de ser un equipo sin fe en sí mismo y al que la ambición se le acaba tras el paso por vestuarios mella a un equipo anquilosado y sin capacidad de reacción.