Haciendo historia (negativa, pero historia)

La historia de la Liga ASOBAL está plagada de grandes éxitos y sonoros batacazos. Ciudad Real, Barcelona, Ademar, Valladolid y Portland San Antonio son, entre otros, los que más y mejor personalizan ese lado amable de una competición que se sitúa entre las mejores de Europa. La exigencia de la competición continental hace que, en la liga doméstica, las diferencias se profundicen para acabar convirtiendo la liga en tres peleas paralelas: una para los grandes, una para los equipos que sueñan con Europa y otra, la más dura, la de los equipos que sólo aspiran a salvar la categoría.

Estos últimos son, probablemente, los que más méritos acumulan. Sus limitaciones económicas les convierten en carne de cañón, pero su competitividad les hace emerger y dar, en contadas ocasiones, desagradables sorpresas a sus 'mayores'. También son los que hacen historia. Una historia particular que, en la mayor parte de las ocasiones, fijan lo que ASOBAL llama tabla de récords.

Es una combinación de méritos de unos y deméritos de otros que pasan a formar parte de la memoria histórica del balonmano. Está, por ejemplo, el de equipo más goleado en un partido, el Galdar, que en la temporada 94-95 encajó 48 goles de manos de Pilotes Posada. Está también el de equipo que menos goles marcó en un choque. Fue el Naranco en la 92-93 que ante Portland no pasó de los 8 tantos. Y está, además, la victoria más abultada, la que le endosó el Barça a Vamasa Valencia en la temporada 1999/00 (46-18).

Lo recogen las estadísticas de la Liga ASOBAL al peor visitante de su historia, aunque candidatos hay muchos. El peor, aunque sólo estuvo una temporada (1994-95) en la máxima categoría, fue el Huetor Tajar, que a domicilio solo logró dos empates. Pero cerrar una temporada sin ganar como visitante no es algo exclusivo del Huetor. Muchos son los equipos que sufren a domicilio y a los que su incapacidad les hace carne de cañón de records negativos.

Esta temporada el encargado de regalar puntos allá por donde viaja es el Naturhouse. Es, junto al Teka Cantabria, el equipo mejor recibido en todos los pabellones de la competición. Su dos puntos (ante Granollers y Algeciras) le convierten en el peor visitante del curso.

Pese a todo, hay quien lo ha hecho peor. El Naranco (1997/98) no sumó puntos a domicilio, algo que repitió en la temporada 99/00 el Redcom Airtel Chapela, el Garbel Zaragoza en la 2000/01, el Roquetas de Mar en la 2001/02, el Teucro en la 2002/03 el Vamasa Valencia en la 2004/05 y el Cangas en la 2005/06. Junto a ellos equipos como el Granollers, Teucro y Bidasoa se han pasado un curso entero sin ganar a domicilio. Como, de momento, los riojanos.

Afortunadamente para la afición riojana el buen trabajo en el Palacio ha frenado el colapso del equipo. Y es que no es fácil cerrar la temporada sin ganar a domicilio (o sacando dos puntos) y no descender. Es un 'privilegio' sólo reservado a unos pocos. El Granollers, por ejemplo, en la temporada 97/98 sacó tres puntos y acabó séptimo. Una excepción a la regla general que repitió el Teucro un año después con los mismos puntos a domicilio. Desde entonces no ganar a domicilio implicaba descender. Esta temporada el Naturhouse se ha empeñando en demostrar lo contrario y jugar con fuego completando una pésima temporada a domicilio.