Tres puntos más

Muy mal se le tienen que dar las cosas al Naturhouse La Rioja para no seguir un año más en la Liga ASOBAL. Tan mal, tan mal, que su descenso sólo podría pasar por cinco derrotas consecutivas y una malévola combinación de resultados que pasaría por una reacción fulgurante de al menos cinco de los seis equipos a los que los riojanos superan en la clasificación.

El triunfo frente al Antequera del pasado sábado se festejó como si de la salvación definitiva se tratara pero, recurriendo a las matemáticas incluso alguien de letras es capaz de deducir que, a falta de cinco jornadas, tres son los puntos que obligan a hablar de permanencia virtual y no definitiva.

La frontera del descenso la marca después de 25 jornadas el Almería. Con 12 puntos el equipo andaluz mantiene una dura pugna con Teka Cantabria, colista con 11 puntos, y el Algeciras, a quien su mejor diferencia de goles le permite respirar y ocupar un puesto sin penalización. Así, el Naturhouse deberá esperar al menos dos jornadas para que nadie le pueda rebatir cuando hable de su nueva temporada en ASOBAL. Eso, en el mejor de los casos. Si los riojanos ganan (sería toda una novedad) en tierras gallegas al Pilotes y Barça y Valladolid cumplen con los pronósticos ante Almería y Teka, respectivamente, los riojanos eludirían definitivamente el último puesto, algo que también sucedería con una triple derrota.

El calendario de Teka y Almería no es excesivamente esperanzador ya que siete días después deberán jugar ante Aragón y Ciudad Real mientras que los riojanos jugarán ante Torrevieja en casa. Esa será, presumiblemente, la semana de la salvación definitiva. Si los pronósticos se cumplen y los grandes ganan, el Naturhouse, haga lo que haga, estará salvado.

Eso sí, si lo que quiere el equipo riojano es asear una temporada discreta con un puesto aceptable en la clasificación, deberán ganar los próximos tres partidos ya que los dos últimos, ante Portland y Barcelona, se dan por perdidos. No habrá premio añadido, pero podrían acabar en el ecuador de la clasificación. Sería otro buen argumento para soñar con una temporada, la próxima, en la que no sólo haya que aspirar a la salvación.