El padre de Mari Luz: 'No le deseo lo que he pasado ni al asesino de mi hija'

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El padre de Mari Luz Cortés, Juan José Cortés, pidió hoy la “justicia más justa” para el “asesino” de su hija, cuyo cadáver apareció el pasado 7 de marzo tras permanecer desaparecida 54 días, pero aseguró que en este caso “hay más implicados” al margen del presunto culpable S.V.G. y su hermana R.V.G., ambos detenidos, ya que la que finalmente ha sido puesta en libertad tras prestar declaración en los juzgados de Cuenca ha sido la pareja del acusado.

En una rueda de prensa en la Plaza de la Rosa de El Torrejón ante más de 100 miembros de diferentes medios de comunicación de España y Portugal, Cortés no quiso dar más detalles sobre la investigación “hasta que no se culmine”, por lo que pidió “paciencia y que la rabia contenida de todos se contenga porque al final se van a poner a todas las personas en su sitio”.

El padre de Mari Luz descartó cualquier versión de los hechos del acusado que hable de la muerte de la pequeña como “un accidente”, ya que, según destacó, “cuando esas cosas pasan, se asumen responsabilidades y, en cualquier caso, es un delito, como cuando se atropella a alguien y no se le auxilia”. No obstante, añadió que esta persona “cuenta con muchos antecedentes y delitos con los que ha estado burlando a la justicia durante mucho tiempo y por los que ha pagado Mari Luz”, tras lo que confió en que “nadie tenga que pagar más los abusos de este hombre porque el peso de la justicia caiga contra él”.

ANTECEDENTES

Juan José Cortés aseguró desconocer los antecedentes por pederastia del acusado “hasta el día en que desapareció la niña y fuimos a su casa porque mi hermano Diego sí los conocía”. En ese momento y cuando supo que el detenido “había abusado de su hija y había protagonizado delitos similares, supe que no iba a ver más a mi hija con vida”, sentenció Cortés.

Y es que el padre de Mari Luz aseguró que, hasta la desaparición de su hija, no supo que el acusado “se había apuntado al colegio de la pequeña para recibir clases y que había sido expulsado por la cercanía a las niñas, lo mismo que había hecho en Gijón, ciudad de la que provenía cuando llegó a Huelva hace unos meses”, pero insistió en que el acusado “puede ser tonto --tiene una minusvalía--, pero no está loco y, si antes no ha recibido tratamiento, ahora lo que toca es que pague por lo que ha hecho”.

Con estos argumentos, destacó que, “aunque hoy se vuelve a encender la llama o a abrir la llaga y no se puede hablar de felicidad porque no volverá a nuestras vidas, sí debemos estar todos satisfechos porque se ha dado un paso, no el definitivo, para que se le haga la verdadera justicia a Mari Luz”, tras lo que insistió en que el acusado “tiene que pagar, al igual que su mujer, que sabía lo que había pasado y ha estado mucho tiempo encubriendo un delito”.

SOSPECHA DESDE EL INICIO

El padre de Mari Luz justificó las sospechas que la familia tenía de los ahora detenidos asegurando que “el sentido común es el mayor de los sentidos” y que tenía “sensaciones”, tras lo que recordó que el primer día de la desaparición de la niña “tuve que pasar muy cerca de ella, algo que siempre quedará ahí, aunque lo cierto es que el daño estaba hecho y era irreparable”, ya que sostiene que la niña murió en el intervalo de tiempo de su desaparición a las 16.30 del día 13 de enero y las 19.00 horas en que la búsqueda de la pequeña se dirigió a la casa del acusado.

En este punto, reconoció que, una vez que entró en su casa con su hermano “sólo para buscar a la niña y sin hacer daño a nadie”, le llamó la atención su “imagen de asesino con la puerta abierta buscando la protección policial y diciendo que no iba a cargar con este marrón”. Además, destacó que la hermana “dijo que su coche estaba en la puerta y estaba en otro lugar, y había unos pañuelos que ellos vendían apilados junto a un carrito que estaba vacío”.

Cortés quiso dejar claro que los detenidos “no son gitanos” y, a los que “hablaron de un posible ajuste de cuentas”, especificó que “las cuentas nunca se ajustan así, nunca se utilizan a los niños pequeños”, tras lo que resaltó que los acusados “no tenían nada contra la familia, simplemente la niña ha pagado las psicopatías de un desquiciado que son crónicas y no se curan, algo que se tendría que haber visto, pero que ya no vale porque sólo cabe la justicia”.

JUSTICIA

Y es que Juan José Cortés aseguró “no desear ni un sólo día de los 54 que he estado buscando a la niña a nadie, ni siquiera al asesino de mi hija”, por lo que pidió que la justicia “actúe para que nadie pase por lo que yo y porque todo el mundo sabe lo que este hombre ha hecho y ya no vale que se esconda detrás de un informe psicológico porque esto no puede volver a repetirse”.

Además, recordó que esta persona “ha sido capaz de burlar a la justicia, de ocultar la muerte de la pequeña durante más de dos meses, de tener un plan para esconderse y de tratar de escapar del país”, por lo que concluyó que “será tonto, pero no está loco porque lo que ha hecho lo ha hecho conscientemente y lo ha intentado más veces”.

Tras agradecer el trabajo realizado a las fuerzas de seguridad, a los medios de comunicación y a todas las personas que han buscado a Mari Luz, Juan José Cortés instó a todos a “sentirse satisfechos del trabajo que se ha hecho”, tras lo que pidió que, “si hay manifestaciones, que sean pacíficas, pidiendo justicia, recordando a Mari Luz y agradeciendo a todos lo que han hecho”.

Y, tras estas palabras, más de un centenar de vecinos de la familia Cortés Suárez guardó un minuto de silencio concentrado en la Plaza de la Rosa, que finalizó con gritos de “queremos justicia”.

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